En el mediodía de un sábado soleado en Costa del Este, un incidente inusual tuvo lugar en el mar, que resaltó la importancia de la acción rápida en momentos de emergencia.

Un hombre que navegaba en su kayak se encontró en una situación crítica a aproximadamente 1000 metros de la costa. Comenzó a gritar pidiendo ayuda, y sus llamados fueron escuchados por los veraneantes que se encontraban en la Avenida 3.

En ese momento, el servicio de guardavidas en las playas ya había concluido para la temporada, y la falta de supervisión de los nadadores había dejado un vacío de seguridad en las aguas costeras. Sin embargo, la rápida respuesta de un guardavidas fuera de servicio que casualmente se encontraba en la playa marcó la diferencia.

El  guardavidas no dudó en lanzarse al mar para asistir al hombre en apuros. Arriesgando su propia seguridad, logró llegar hasta el kayakista y brindarle el apoyo necesario para regresar a la costa. Gracias a su experiencia, el kayakista pudo salir del agua ileso, lo que podría haber sido una situación potencialmente peligrosa.

Este incidente sirve como recordatorio de la importancia de la seguridad en las playas, especialmente en momentos en que los servicios de guardavidas no están disponibles. Los bañistas y deportistas acuáticos deben ser conscientes de los riesgos y tomar precauciones adicionales al adentrarse en el mar en ausencia de supervisión profesional. La rápida acción del guardavidas es un testimonio de la importancia de estar preparados para enfrentar emergencias en cualquier momento, incluso cuando menos se espera.