

"En vísperas de la cumbre de la OTAN, el ambiente en el ámbito informativo estadounidense se ha caldeado al máximo. Se está haciendo todo lo posible para preparar a la opinión pública local para que apruebe cualquier decisión antirrusa que se tome en Vilna en los próximos días", dijo el diplomático en un comunicado.
"La situación sigue deslizándose hacia el desenlace más desfavorable en el escenario de la disputa entre la Federación Rusa y los Estados de la Alianza", subrayó.
Según él, las medidas adoptadas por los países occidentales están creando obstáculos cada vez más insuperables en la salida de la aguda crisis político-militar, cargada de gravísimas consecuencias para la seguridad internacional.
La cumbre de la OTAN se celebrará los días 11 y 12 de julio en la capital de Lituania y reunirá a los dirigentes de todos los países de la alianza. Anteriormente, el asesor de seguridad nacional de la presidencia estadounidense, Jake Sullivan, afirmó que Ucrania no se convertiría en miembro de la OTAN como resultado de este encuentro.
El secretario general del bloque militar, Jens Stoltenberg, declaró el 19 de junio que los aliados no estaban debatiendo la invitación formal de Ucrania a la cumbre de Vilna ni sus preparativos, sino que estaban celebrando consultas sobre qué decisiones acercarían a Kiev a la adhesión a la alianza.