jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Cultura | 16 ene 2022

Derribando tabúes - Por Sol Mazu

Mandatos sociales: de buenas y malas madres, del amor y la libertad en la crianza de los hijos

Charlamos con Liliana Schiavone, licenciada en Psicología (UBA) y profundizamos sobre los inicios del ser humano, hablamos de la cultura, el inconsciente, el cómo a veces acudimos a nuestros mecanismos de defensa cuando algo nos angustia y entonces "aquí no ha pasado nada", y el amor como construcción, entre otras interesantísimas cosas.


Sol Mazur: Hay un oleaje en multiples espacios a lo largo del mundo, estrellas internacionales, figuras públicas y amigas de nuestras vidas, que van abriendo caminos y nuevas miradas. Una mirada mas libre de mandatos sociales, por sobretodas las cosas. Teniendo en cuenta un movimiento puntual, que emerge en España y crece exponencialmente, autodenominandose con mucho humor: Malas Madres. Son madres que se animaron a despojarse del chip y/o mandato de que si sos madre, tu amor se construye sólo y unicamente para ese hijo/a. 
¿Qué tan cierto es, desde el psicoanálisis, la posibilidad de amar a 《ese otro》 mas que a la propia vida? ¿Desde dónde y cómo se construye esa nueva forma de amar?


Liliana Schiavonne: Primero Habría que hacer un análisis sociológico del tema de la maternidad, teniendo en cuenta que somos -ante todo- seres culturales. Esto significa que la cultura no está fuera, la cultura nos atraviesa, nos corre por las venas. Por eso es tan difícil erradicar, cambiar, imaginarios sociales. Si bien a lo largo de las épocas y de los tiempos han cambiado las formas de concebir, el tema de la maternidad es un tema tabú. Porque tiene que ver con el amor, con el amor de la progenia. 
Desde la psicología conductista, muchas veces se equiparó la maternidad con la progenie en los aninales. Para mí eso es inviable. Porque las personas nos hemos apartado de la naturaleza. Y si bien se puede tomar esta cuestión del cuidado, que uno ve en los animales a sus crias en los primeros tiempos de vida, despues tambien ahi se ve claramente la diferencia con los humanos, en cuanto a que esas crías apenas pueden autovalerese, se independizan totalmente y ya casi no reconocen en su grupo de pertenecia y de origen familiaridad alguna, más que la pertenencia al grupo. 


Como nosotros, las personas, somos seres culturales, estamos tomados por el lenjuage. Desde el psicoanálisis concebimos que la maternidad, es una cuestión cultural tambien. Y muy difícil de tocar, porque ahí se juegan muchas cuestiones. Una mujer, es convocada desde su maternidad a relegarse. Porque cuando el bebé nace, el bebé quiere el pecho de la mamá. Un pecho que lo abastezca no sólo de leche, sino también del calor corporal: el cuerpo de la madre. Y la madre ahí hace un acto de renuncia a lo que es su vida, sus intereses en pos de ese bebé.  Por eso se ha estimulado tanto a la lactancia. Por el bien del bebé, a la salud física pero ademas de la salud fisica, también por este vínculo importante. Porque el bebé necesita el amor, el afecto corporal, de un otro. Y ahí culturalmente se pone a la madre como ese otro porque es la portadora del pecho. El bebé necesita a un otro que es encarnado por la madre, pero podría ser cualquier otro que le dé ese cobijo amoroso, que lo necesita tanto como el alimento. Un bebé puede morir por inanición afectiva, amorosa, como puede morir por inanición de alimentos. Entonces, partamos de la base que el ser humano es un ser cultural.


EL AMOR, LA LIBIDO Y LA MATERNIDAD


Creo que es necesario hablar y explicar el amor. Te lo voy a resumir en términos técnicos. Las personas tenemos libído en nuestro yo. Esa libído es energia que siempre es sexual. Porque somos además de seres culturales, seres sexuados. Cuando hablo de sexualidad no hablo de genitalidad. No hay que reducir la sexualidad a la genitalidad. Hablo de sexualidad. Desde ese lugar, esa energía libidinal que está en el yo, conforma lo que sería el Narcisismo. Cuando uno ama, esa libído yoica, porque está en el Yo, se extiende cual ameba, hacia afuera e inviste, libidinalmente a un otro. O sea, esa energía Yoica se transforma en energía que va a un otro. Hay un acto de ceder, de dar, de brindar la libído propia, a un otro cuando se lo ama. Por eso, siempre decimos que cuando uno ama, pierde. Pierde libído propia en pos del ser amado. Por eso el ser amado es tan importante. Porque hay algo propio puesto en el otro. 


¿Que pasa con la maternidad? Ahí se complejiza la cuestión. Porque ese bebé no se reconoce como un otro, sino como parte de uno. La mamá siente a ese niño que es parte de ella misma. Y he aquí la complejidad. Porque el niño a medida que crece y va a adquiriendo autonomía, y se va independizando y diferenciando en sus gustos, en sus intereses, en su elección de vida, de esa madre que lo sentía como parte propia, la madre tiene que hacer un acto de renuncia aún mayor porque se va dando cuenta que no le pertenece.

 

Porque un hijo, es más hijo de su época, de su tiempo, de sus pares, que hijo de sus padres, si bien se juega, todo lo que uno le ha transmitido y ha puesto en la educación de ellos.


Volvamos al tema de la maternidad, porque se ha enjuiciado más a la madre que al padre culturalmente en esta cuestión del tipo de amor que tiene que dar, esa mujer que ha parido esa extensión suya en donde de alguna forma vive, revive en el hijo su propio narcisismo, por eso "El nene me come", "El nene Me estudia", "Me es". Que es una cuestión que muchas veces se le juega a las madres de objetivar a ese niño; si lo ama bien, tiene que soltarlo, renunciar a sentir que ese niño es parte suya. Si la madre no puede hacer este movimiento, hay una lucha de su narcisismo por apropiarse de esa persona, con la fantasía y la idealización de que sigue siendo parte propia. En cambio, cuando se da cuenta, si ve y si soporta ver que no es parte suya, su hijo es un ser independiente. 


SM: Dentro de esa paradoja que contas, en donde "sos una extensión mía, pero no", en donde habita la pulsión natural e inevitable de: "Te amo pero sos (y debes) ser libre", ¿de qué hablamos cuando hablamos de amar en la maternidad? Me gustaría conocer tu mirada tambien como Liliana mujer y madre


LS: Yo siempre digo en mis post, que amar es dar.  Que si uno invade al otro con la excusa de que lo ama, si uno no escucha al otro, si uno pisa el territorio del otro diciendo que eso es amor, eso no es amor. Eso es patologizar el amor. Por eso es tan difícil y tan compleja la maternidad. Porque es poner todo de uno, para después dejarlo ir. 


Y si una como madre, y digo una como madre porque empiezo a hablar de Liliana mujer. Soy mamá de una única hija que nació a mis 38 años, mi hija va a cumplir 18, y siempre he tenido muy en cuenta, a pesar de que la acompañé, de que la amparé, y hasta la malcrié, al ser mi única hija, que ella es ella. Y yo soy yo. Y siempre en vez de sermonearla traté de escucharla, de darle lugar.  


En la primaria siempre le dije que su escolaridad es un tema suyo y que cuando necesitase mi ayuda me la pida, y ahí intervenía en lo que ella necesitaba cuando me lo pedía, pero siempre respetando lo que eran sus elecciones, sus espacios. Su particularidad que es distinta a la mía.  Es así que ella se fue apropiando, equivocando, golpeando. Y yo siempre me mantuve un paso atrás de ella. Sin adelantarme. Es dificil. Fue difícil.  Y ahí es donde sostengo que el amor es dar y brindar. No es invadir el terreno del otro con la excusa de que "porque te quiero decido por vos", "porque te quiero me apropio de lo tuyo". Cuando uno confunde lo que es amar con lo que es imponer su propio egocentrismo, su propio narcisismo, ahí entramos en patologizar el amor. Se hace patológico el amor. 


Porque si yo decido por el otro, si yo no te suelto porque considero que sos mí pertenencia, parte mía, yo no te estoy dando el lugar de sujeto. Te estoy tratando como un objeto. Y eso tiene que ver con mi propio narcisismo. Con el sentirme dueña de, en vez de entender que aunque sea mi hija, y aunque haya salido de mí, ella es una persona independiente, distinta a mí, y que debo respetarla. Siempre lo tuve en cuenta, por supuesto que me ha dolido, y su angustia me ha desbordado, y el sentimiento de amor que una siente por un hijo es incomparable. Porque una pone todo ahi y siempre ama. Pero el amor tiene que ver con esa renuncia,  sino, ya se trata de otra cosa.

 

 


AMBIVALENCIAS


SM: Por otra parte, la creadora del movimiento Malas Madres, dijo explícitamente: "Yo me arrepiento, de ser madre". Una frase con mucha fuerza. Charlando con amigas madres concluyen en que es imposible ese arrepentimiento. 
Partiendo de la base de que el deseo de querer ser madre es un deseo de por sí egoísta, sufrir por el otro, amar al otro, tambien es un sentimiento que nace del propio ego donde se antepone 《el Yo》 inevitablemente;  ¿Puede una madre arrepentirse de serlo? 


LS: Retomaria por el principio, esto que dije, que somos seres culturales, genera una división subjetiva en cada uno de nosotros. Está por un lado lo consciente. Y por otro lado lo inconsciente donde quedan las marcas de todo lo que hemos vivenciado.  Aunque no estemos consciente de ellas operan todo el tiempo en lo que hacemos y eso genera conflicto. Vivimos los seres humanos instalados en el conflicto. El conflicto son dos fuerzas opuestas. Cada una tirando para un lado distinto. Por lo tanto, siempre tenemos ciertos grados de duda, de ambivalencia. 


Por ejemplo, solamente a quien amas demasiado podes odiar en ciertos momentos. Porque esa persona tiene el poder de  generarte esos sentimientos encontrados. Esos sentimientos conflictivos y ambivalentes, que están presentes en todos nosotros. Y no hay persona que se pueda ver a si misma, que no sea consciente del conflicto que lo habita


Después están las personas negadoras, que tienen un gran temor a angustiarse y niegan todo lo que les pasa. No le dan lugar, por lo tanto tienen la ficción de que como no le doy estatuto de existencia, no pasa. No me pasa eso. Pero si uno se pone a verse, a pensar, siempre en algún momento de la vida, uno puede arrepentirse de algo que ha elegido. No hay nadie que pueda decir, yo nunca me arrepentí de una decision que he tomado. La maternidad por decisión, no por accidente, creo que de eso estamos hablando, lleva a que una mujer resigne muchísimo de sí misma por esta demanda del bebé de la que te hablé en los primeros tiempos de vida, por lo tanto una se entrega totalmente y seguramente que cada una de las mujeres que hemos sido madres en algún momento flaquea y piensa en términos de arrepentimiento. 


Yo personalmente creo que fueron pocos esos momentos. Y eso que tengo una hija adolescente que es un manual de características del adolescente. Porque bueno, puede atravesar sus etapas y puede pasar por todos esos sentimientos encontrados e inquietantes que viven los adolescentes. Por lo tanto no me es fácil. Pero a pesar de eso, llegué a mis 38 años deseando fervientemente ser madre. Deseando pasa por esa etapa y quedarme ahí. Amo ser madre. Pero sí hubo momentos de mi vida en que me he encontrado desbordada. Angustiadisima. Sin saber que hacer ante situaciones límites y se me ha pasado por la cabeza; "por qué me casé", en momentos difíciles de la carrera "para qué elegi la carrera", o en momentos en donde la casa se me venía encima, "por qué me vine a vivir aquí", O en momentos en donde no me sentí bien en mi país, "por qué no me fui". ¿A quién no le pasa algo de ello? A quién no lo admite. Únicamente. 


Asi que creo que, podemos diferenciar acá, el tener una posición subjetiva de arrepentimiento, en donde me planto ahí y la verdad es que uno no se puede divorciar de los hijos como sí se divorcia de los maridos, y puede decir bueno la verdad es que me arrepiento de haber tenido hijos, a tener situaciones conflictivas en donde uno tiene esas cuestiones que se plantea; "Quién me mandó a estar aqui". Mi caso personalmente, mi posición subjetiva no es de arrepentimiento. A pesar de que, tengo mis bailes con mi hija de casi 18 años. Con todo lo que tiene que aparecer, porque tiene que aparecer la necesidad de corte de los hijos para con los padres. Para que puedan crecer. Después vuelven, desde otro lugar. Pero esto es necesario.

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...Un verdadero gusto poder dialogar de estos temas que de algun modo, directa o indirectamente, nos transita, nos mueve, nos toca a todas. 
El amor es y seguirá siendo un misterio a resolver. Y de ahí tal vez, su magia. Magnetismo y placer de sentirlo. Buscarlo. Vivirlo de maneras inimaginables en todas sus facetas. En todas nuestras propias facetas. Decidir o no decidir. Esa es la cuestion propia de cada una. El objetivo de esta entrevista es poder animarnos a ser mas humanas y menos perfectas. Entendiendonos. Conociendonos. Aceptando que somos mucho más de lo que creemos de nosotras mismas. Somos lo que vemos. Lo que sentimos. Pero tambien lo que desconocemos. Y sobretodas las cosas, somos lo que no tenemos idea aún de aquello que estamos desconociendo. Así de compleja es la humanidad...

Sol Mazur - Faro Noticias

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