jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Locales | 5 oct 2022

MUERTE EN LA COMISARIA

Información oficial, medios, redes: ¿que clase de opinión pública estamos construyendo?

La opinión pública se construye en el día a día, a través de los hechos que impactan en la comunidad, donde los distintos actores, ponen de manifiesto su forma de actuar, y las razones por las cuales toman una actitud en relación a un hecho o una circunstancia. A partir de ahí el conjunto de la sociedad movilizada por el hecho de referencia, escuchará a los distintos actores, analizará las circunstancias, y luego se formará opinión, tomará partido y emitirá juicio de acuerdo a su forma de ver la vida y sus valores éticos y morales.


En este marco, cada uno de nosotros, integrantes de una comunidad específica, iremos construyendo opinión pública a través de nuestra interacción con otros vecinos en los lugares que frecuentamos, nuestros trabajos, el barrio y otros sitios donde nos relacionamos con nuestros pares. A partir de las nuevas tecnologías y la pandemia, la forma de interactuar y relacionarnos con familiares y amigos se ha potenciado en forma virtual, y cada vez es más frecuente opinar, comentar y relacionarse a través de las redes sociales.


Todo esto es ya de por si complicado, para relacionarnos socialmente, ¿que pasa si le agregamos que ante casos relevantes los distintos actores cuentan y tergiversan la realidad de acuerdo a sus propios intereses? ¿Que pasa si no hay información oficial y fidedigna sobre un hecho, y nadie sabe a ciencia cierta qué pasó? ¿Que pasa cuando son todas suposiciones, alguien puede hacerse una idea de los hechos? Sencillamente no. Cada uno se formará opinión y emitirá su mirada de acuerdo a la información parcial que posea. 


Todo esto nos pasó y nos pasa, con el triste hecho por el cual fuimos tristemente célebres a nivel nacional durante unos días, por la muerte de un detenido en un calabozo de la comisaría de San Clemente del Tuyú. La ciudad se llenó de medios nacionales cuyo único objetivo era "obtener" la información y "opinar", sin importar las consecuencias, con la mira puesta en el rating, para esto la noticia cuanto más impactante, mejor.


Si a esto le sumamos que no hay un mecanismo de acceso a la información para los medios locales, menos aún en cuestiones policiales, donde nos enteramos en este caso por un medio de Pinamar, porque alguno tuvo la intencionalidad -vaya uno a saber porqué- de que el hecho trascienda. De lo contrario jamás nos hubiesemos enterado del triste suceso que comenzó en el Hotel Fountaineblue y terminó a escasas 7 cuadras en "nuestra comisaría" de San Martín entre 7 y 8, con el dramático saldo de un hombre muerto.

 

Hoy vuelve a surgir el caso en la opinión pública con el pedido de juicio del fiscal de la causa a los nueve acusados, de los cuales 6 están en libertad y 3 permanecen en prisión. 

 

Como si las limitaciones planteadas fueran poca cosa para aportar a la confusión de la opinión pública, es triste, muy triste, que quienes tienen responsabilidad política, se involucren en este tema y lejos de aportar al conjunto, lejos de intentar esclarecer con su participación y ayudar a sanar el daño social causado por la detención de 9 vecinos sospechados de asesinato y encubrimiento, hagan todo lo contrario: Aporten a la confusión y publiciten en redes sociales su participación en medios nacionales, al mejor estilo marquetinero. Estoy hablando de hijos de esta tierra, hijos de este maravilloso lugar que nos vio crecer, que tienen la obligación moral de ayudar a sanar las heridas, y están haciendo todo lo contrario.

 

Tiene que haber un antes y un después con la muerte de este hombre en la comisaría. Debe conocerse qué pasó, y nunca más deben ocurrir estos hechos


Hay verdades que son insoslayables, hay elementos que trascendieron publicamente que hablan por sí solos. No se puede tapar el sol con la mano. Así las cosas, es necesario un sinceramiento, sea cual sea su costo. La muerte ocurrida en la comisaría de San Clemente del Tuyú debe ser un punto de inflección donde sepamos realmente qué pasó y se haga justicia, y sea aleccionadora  para que no vuelvan a ocurrir estos lamentables hechos en nuestra querida ciudad.


Pero por sobre todas las cosas, este lamentable hecho, debe servir para sentar las bases de asegurar el acceso a la información. No puede ser que pasen cosas y no haya versiones oficiales sobre hechos que despiertan el interés de la opinión pública, en algunos casos de alcance nacional. Pasó con la muerte de Alejandro Martinez, pasó con la desaparición de una surfista en aguas de Punta Rasa, por citar dos casos ocurridos en el transcurso de este año.


El derecho a la información pública es uno de los más preciados en nuestra constitución. La razón de su importancia no es un capricho, radica en que este derecho produce conciencia, y la conciencia, contribuye a la evolución de la comunidad. De lo contario seguiremos involucionando.  

 

Alejandro López | Faro Noticias


 

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