Política | 14 sep 2021
EN POLITICA 2+2 NO SON 4
El dilema del peronismo: ser o no ser
Uno se pregunta donde se fueron esos 15 puntos que son del peronismo en la provincia de Buenos Aires? ¿Hacia donde mutaron? La respuesta es sencilla, hacia algún espacio o referente político que le ofreció algo que su propio partido le negó. No se sintió representado, dijeran los catedráticos.
Porque el peronismo es diversidad, es unidad de distintos sectores que expresan hasta ideologías distintas, pero hay algo que une, que contiene, que es el Movimiento. Es el Ser Peronista (AHORA CON MAYÚSCULAS), que está por sobre todas las cosas. Antes era el General y los intereses de la Patria el factor aglutinante, ahora es esa cuestión cultural que investigan teóricos y politólogos de todas las latitudes preguntándose ¿que es el peronismo?
¿Porqué no puede haber en una lista del Frente de Todos, por ejemplo, un tipo que putee en colores al mejor estilo Milei (que hay muchos), que vaya contra la dirigencia, que denuncie trabas burocráticas, negociados y demás? ¿Eso quitaría votos o los consevaría? Es hora de preguntarse si expresar un formato unificador, un único discurso, adaptado al esquema formal de campaña que impone el sistema mediático, le suma o le resta al peronismo.
Es hora de preguntarse si no será hora de mostrarse en pelotas, tal como dios lo trajo al mundo (al peronismo), sin corsetes, sin caretas y gritando su razón de ser a los cuatro vientos.
Alguien dijo que mientras haya un parroquiano en pedo gritando "viva Perón carajo", o en algún boliche de campo se escuche (tambien en pedo) a algún paisano diciendo "Viva la Santa Confederación, mueran los salvajes unitarios", las posibilidades de liberación de este pueblo seguirán vigentes, porque es el subsuelo de la Patria Sublevada el que habla desde el inconsciente colectivo profundo.
Hoy las reglas del sistema y los aparatos mediáticos le están tendiendo una peligrosa trampa al movimiento. El peronismo será revolucionario o no será, no puede aparecer adecuado al sistema mostrando buenos modales. Puede agiornarse un poco, pero no puede perder la condición de rebeldía que le da razón de ser, porque por sobre todas las cosas, el sujeto deben seguir siendo los humildes, los desposeídos, y el combate frontal debe ser contra la pobreza, "caiga quien caiga y cueste lo que cueste", como se jactaban de decir en alguna época.
De lo contrario el peronismo seguirá corriendo ese riesgo que corre desde la reinstauración de la democracia: convertirse en un partido liberal más, que no cuestione el orden establecido, que no vaya contra las reglas de juego del sistema. Pero eso será imposible, mientras no haya un movimiento histórico de masas superador al peronismo, las banderas de Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social, seguirán presentes para la mayoría de los argentinos, y el movimiento que fundaran Perón y Evita seguirán concentrando su afecto en el "alma del pueblo".
Y las mayorías populares seguirán votando al peronismo. La pregunta es ¿para que?
El problema son los avances y los retrocesos, porque en el medio, hay un pueblo que sufre y reclama justicia, y eso es algo que permitirlo, no es de buen peronista.
Juan Elhale para Faro Noticias