

* Por José María Caracuel
Aunque fue escrito hace unos 26 siglos sigue siéndonos muy útil.
Expone que la vida está basada en el equilibrio entre el yin y el yang, el ser humano se ha desviado de esta armonía sustituyendo el orden natural por imposiciones superficiales o egoístas, causando así sus propias miserias. Tales acciones desequilibran la humanidad favoreciendo a las clases dominantes a costa del infortunio de los más débiles.
Dentro de sus enseñanzas se hallan sabios consejos para tratar realidades cotidianas difíciles, esas situaciones que nos roban energía y que nos llenan de sentimientos dañinos. Según los principios de Lao-Tsé, en estos casos lo mejor es mantener la serenidad, vaciarse de emociones negativas y quitar poder a quien disfruta arrebatándonos la calma.
Dentro de nuestro mundo cotidiano debemos convivir a la fuerza con situaciones no deseadas y personas abusadoras, manipuladoras, mal intensionadas. El “Tao” propone para estos casos un buen manejo de las emociones y un control adecuado de esos estados para poder afrontar los abusos, poner límites y mejorar nuestros estilos de comunicación.
A continuación extractamos cuatro conceptos para manejar estas situaciones difíciles
1. Controlar a las personas difíciles sin necesidad de luchar con ellas. “Controlar al enemigo sin luchar con él es la más alta habilidad”.
Dentro de las enseñanzas del taoísmo se presenta que vivir es como fluir por un río, dejarnos llevar por su cauce sin resistencias es parte de esa armonía de la que todos deberíamos disfrutar.
Conceptos como la lucha, el enfrentamiento o la resistencia son opuestos a esa idea. Así, quien elija, por ejemplo, hacer uso de la discusión, del enfrentamiento constante con las personas difíciles lo único que conseguirá es mayor agobio y una tremenda frustración.
Optar por la “no lucha” no significa claudicar, significa no dar poder a quien no lo merece, elegir la sabiduría por encima de la violencia y optar por la calma antes que por la ira.
2. Vacíate de emociones negativas
Abandona todas tus ideas preconcebidas y sé neutral, piensa que la situación no es personal sino que le está pasando a otro. Las personas difíciles, a menudo, nos estropean el día con una sola palabra o un comentario, no importa lo irracional que sea. Una de las enseñanzas que nos transmite el Tao es que no debemos tomar las cosas en sentido personal, el accionar de una persona es algo propio, sale de ella y no tiene que ver con el destinatario, seamos nosotros u otras personas. Una vez que una persona difícil haya llevado a cabo su maniobra, contemos hasta 10 y respiraremos hondo. Nadie tiene derecho a estropear nuestro día. La mente debe quedar como una sala despejada, ahí donde el viento contaminado entra por un portal y desaparece al segundo por otro.
3. Sé proactivo, no reactivo
Hay veces que nos convertimos en víctimas de maniobras o comentarios nocivos, podemos acumular odio, malestar y frustración hasta correr el riesgo de reaccionar de la peor manera. Tarde o temprano nos arrepentiremos de esa reacción.
El Tao nos recomienda aprender a ser proactivos., es decir que debemos aprender a tomar el control de los acontecimientos en lugar de quedarnos mirando cómo suceden las cosas. Cuanto menos reactivos seamos más espacio nos quedará para hacer uso del juicio, en lugar de ser la “reacción” a la “acción” del otro, transformarnos en una “causa” que lo afectará de alguna manera.
“No seas esclavo de nada ni de nadie, logra la verdadera libertad “.
Una propuesta del Tao es que cada vez que veamos a una persona difícil, intentemos ponernos en su lugar, entender la perspectiva ajena nos permitirá estar preparados para controlar mejor la situación.
4. La fuerza del bambú
“Hay momentos en los que no queda más opción que ser contundentes, como el bambú que
aumenta su fuerza tras haber sido doblado”.
Hay ocasiones en que nos sentimos arrinconados, doblegados, incluso humillados. En esos instantes, el Tao nos recomienda visualizar un bambú, se dobla por el impacto del viento que desea quebrarlo. Sin embargo, esto nunca ocurre, porque el bambú obtiene su fortaleza de su flexibilidad. El hecho de que se doblegue hace que tenga mayor fuerza para reaccionar, entendiendo que la fuerza no es violencia, es capacidad de respuesta, es saber posicionarnos ante quien pretende molestarnos.
Para concluir, el Tao sigue alumbrándonos con sus enseñanzas para manejar con mayor sabiduría las complejidades del mundo actual. Aprendamos de ellas y apliquémoslas siempre que nos sea posible
* José María Caracuel
Lic. En Ciencia Químicas (UBA)
Fitoterapeuta
Terapeuta Floral
Psicòlogo Holìstica
José María Caracuel reside actualmente en el Partido de La Costa y está dispuesto a aportar sus conocimientos en la materia, no sólo a través de nuestras páginas. Cualquier inquietud sobre estos temas, no dude en consultar a través del formulario de contacto (En la cabecera botón derecho).
A lo largo de casi 50 años de actuación profesional se desempeñó en la actividad privada, la docencia y el desarrollo de normas de los ámbitos nacional, Mercosur y Panamericano.
Colaboró en distintas publicaciones por ejemplo en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) y la Unión Industrial.
Publicó en total 11 libros tanto en el ámbito de ciencia y tecnología, como en el de la divulgación científica, entre los que se encuentran:
-Recopilación trilingüe de términos metalúrgicos y definiciones. Instituto Nacional de Tecnología Industrial. 1993
-Sistemas de Calidad. Su implementación. Cámara de Industria y Comercio de la Pcia. De Buenos Aires. 1998
-Diccionario trilingüe del Cobre. Instituto Nacional de Tecnología Industrial. 1999
-Pensamiento y Espiritualidad. Studio Gráfico. 2012
-Ciencia Espiritual y Ciencias Fácticas. Studio Gráfico. 2013
-Ciencia, Filosofía y Misticismo. Editorial Dunken. 2014