En distintas publicaciones de redes sociales, WhatsApp y Facebook, se multiplican memes y comentarios, de los cuales habría que hacer un análisis más exhaustivo para entender la psicología de los sanclementinos y comprender las distintas miradas e intereses que se entremezclan, dando como resultante la diversidad de posiciones y la falta falta de consensos.

Sólo une a unos y otros, y estrecha filas, su posición frente al municipio. 

El nuevo cartel de entrada no fue ajeno a polémicas, algunas desde una posición legítima y de sano juicio, y otras literalmente malintencionadas, con la sóla intención de descalificar totalmente la obra. Como de costumbre, tampoco estuvo ausente la permanente denuncia de corrupción sin datos precisos ni documentos probatorios.

Entre otras cuestiones, la polémica giró en torno a estos tres ejes:

Costo.- En principio se objeta su costo, sin presentar documentación fehaciente, se basa en trascendidos y habla de una suma cercana a los 3.000.000 de pesos. A ciencia cierta, por más que se tenga certeza del gasto que aprobó la municipalidad, no se puede saber por el momento si es excesivo, ya que la obra no está terminada. Solo se ve una plataforma de hormigón armado que seguramente tendrá un revestimiento, y no se sabe cual. Recien terminada la misma se podrá estimar si el costo es correcto o es elevado.

Ortografía.- Se critica que San Clemente está escrito en minúscula, pero tratándose de un logo, no debe atribuirse falta de ortografía, ya que los logos permiten que por una cuestión estética de diseño, los nombres propios se escriban sin mayúsculas. 

Identidad.- Al cartel de San Clemente le falta "del Tuyú", hecho que se cuestiona por una razón de identidad por un lado, y desde otro lugar, quienes participan de esta polémica, dicen que es obvio, ya que estamos en la región del Tuyú.

No es obvio, un nombre hace a la identidad y a la raíces, nombra en el más profundo de los sentidos. 

A mi entender, esto último es lo que debe revisar el municipio en relación a la obra, y marca un signo de alerta en cuanto a una cuestión de fondo respecto a la identidad del lugar. Permanentemente se ve en publicaciones oficiales, comunicaciones, folletería del municipio, que nombran a esta localidad San Clemente, omitiendo "del Tuyú".

San Clemente hasta visualmente está incompleto sin lo que le da pertenencia y arraigo, que es su identidad de barro y arena, que es el sol saliendo desde el horizonte de mar, con ese "del Tuyú" al que ilumina. Más en un logo, que es de lo que se trata el cartel de entrada.

Somos San Clemente del Tuyú, lo demás es cuestión de gustos. 

Alejandro Lopez - Faro Noticias