Una grave denuncia por abuso sexual sacudió a la localidad bonaerense de Moreno, donde una nena de 12 años contó en su escuela que estaba siendo víctima de abusos reiterados. El relato de la menor, realizado en el ámbito educativo, activó rápidamente el protocolo de actuación: docentes y auxiliares informaron a su familia, y se presentó la denuncia penal correspondiente.

El acusado, un hombre de 35 años que había sido inquilino en la vivienda de la víctima, fue detenido por efectivos de la DDI de Moreno tras un allanamiento en una casa ubicada sobre la calle Soldado Marcelo Toledo. La investigación estuvo a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°2 del Departamento Judicial de Moreno-General Rodríguez, con aval del Juzgado de Garantías N°1.

Durante el operativo, la policía incautó tres teléfonos celulares del sospechoso, identificados como elementos clave para la causa. Serán peritados para determinar si contienen material vinculado a los delitos denunciados.

El Ministerio Público Fiscal confirmó que la causa fue caratulada como “abuso sexual agravado por acceso carnal reiterado, por haber configurado un sometimiento gravemente ultrajante para la víctima, con grave daño a su salud física y mental, y corrupción de menores agravada, en concurso real”. El imputado permanece detenido mientras se desarrollan nuevas diligencias judiciales.

Más allá de lo judicial, este caso vuelve a poner en primer plano la importancia de los entornos escolares como espacios de contención, escucha y protección. Gracias a la confianza y a la aplicación efectiva de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), la víctima pudo hablar y recibir ayuda.

Es un recordatorio doloroso, pero necesario: cuando se garantiza el derecho a la información y al acompañamiento, también se abren caminos para frenar el silencio, denunciar los abusos y buscar justicia.