

Tras una extensa persecución coordinada entre distintas dependencias policiales, la Sub DDI Villa Gesell logró la detención de una banda delictiva que operaba en diversas localidades de la costa bonaerense y era conocida como “Los ladrones del Corredor Atlántico”.
Todo comenzó con una denuncia al 911 realizada por una mujer en Villa Gesell, quien reportó el robo de un bolso con 250 mil pesos y otros efectos personales desde su auto estacionado en Avenida 3. Testigos indicaron la presencia de un Volkswagen Gol Trend oscuro en actitud sospechosa, lo que permitió a los investigadores iniciar un seguimiento con el sistema de monitoreo local.
Mediante cámaras de seguridad, se identificó el recorrido del vehículo antes y después del ilícito, lo que condujo a una casa de alquiler temporario donde se hospedaban los sospechosos. Sin embargo, al llegar con orden de allanamiento, el vehículo ya no se encontraba en el lugar.
Para evitar su fuga, se activó el Sistema Multiagencial, que permitió realizar un seguimiento en tiempo real gracias a lectoras de patentes y cámaras municipales. Se determinó que los sospechosos se dirigían hacia Pinamar, luego General Madariaga, y atravesaron el Peaje La Huella, en General Conesa.
La Sub DDI Villa Gesell alertó entonces a la DDI Dolores, que en conjunto con la Sub DDI Chascomús, implementó un operativo cerrojo en la traza de la Ruta 2.
Mientras tanto, los delincuentes continuaron su raid delictivo: en Lezama, robaron pertenencias personales a una conductora en una estación de servicio YPF, y en Chascomús, sustrajeron una cartera con dinero y tarjetas en un supermercado Día %, utilizando el mismo modus operandi.
Finalmente, fueron interceptados en el peaje de Samborombón, donde se procedió a la aprehensión de los dos ocupantes del vehículo, el secuestro del auto y la incautación de los elementos robados. También se hallaron 200 gramos de marihuana y otros objetos que los vinculan con un robo calificado en Avellaneda.
La labor conjunta de las fuerzas de seguridad y el uso de tecnología de monitoreo fue clave para desbaratar esta organización que había encontrado en el turismo costero un terreno fértil para delinquir. La investigación sigue su curso y no se descartan nuevas detenciones.