A dos semanas de su reinserción en las aguas del Atlántico argentino, el tortugo Jorge continúa escribiendo su historia de libertad. Se encuentra en perfectas condiciones de salud, ya recorrió cerca de 500 kilómetros y actualmente nada por las costas de Uruguay, cerca de Piriápolis.

El intendente Ulpiano Suarez realizó un Zoom con las biólogas Mariela Dassis y Laura Prosdocimi para conocer los detalles del seguimiento de Jorge, quien tras su regreso al mar muestra signos de adaptación impecables: su musculatura está fuerte, se orienta con precisión, se alimenta de manera adecuada y su capacidad de supervivencia en el medio natural permanece intacta.

Jorge, una tortuga cabezona de la especie Caretta caretta, fue equipado con un transmisor satelital financiado por la Ciudad de Mendoza. El dispositivo, adherido a su caparazón, permite rastrear sus movimientos a través de tecnología de la empresa francesa Argos, que procesa su ubicación mediante el efecto Doppler y actualiza la información cada tres horas.

Según los registros, entre el 24 y 25 de abril de 2025, Jorge fue localizado nadando cerca de Montevideo y Piriápolis. "Hizo un desplazamiento mínimo de 470 kilómetros", detalló Dassis, quien aclaró que sus movimientos son normales para la época del año: nadar hacia el norte y luego detenerse un par de días para descansar y alimentarse.

Laura Prosdocimi agregó: “Jorge, apenas volvió al ambiente marino, se tomó un tiempo para orientarse, pero está siguiendo la ruta natural que suelen tomar estas especies hacia el Río de la Plata. Es probable que permanezca en esta área hasta finales de mayo antes de continuar su viaje hacia el norte”.

Sin embargo, las especialistas advirtieron sobre un riesgo que enfrenta el tortugo: la cercanía con flotas pesqueras. "Ayer estábamos desveladas porque Jorge estaba muy cerca de dos barcos uruguayos, pero por suerte no pasó nada", comentaron aliviadas.

Respecto al rastreo, se estima que el transmisor podría seguir funcionando entre cuatro y ocho meses, dependiendo del uso de la batería y del desgaste del equipo en el mar. “Si en algún momento la comunicación se corta, no necesariamente significa que a Jorge le haya pasado algo malo. Él seguirá nadando libremente”, concluyó Mariela Dassis.

Por ahora, Jorge sigue su viaje, deslizándose por las aguas sudamericanas, en plena libertad.