

Este lunes 21 de abril, a las 19 horas, la Parroquia San Clemente Romano fue escenario de una conmovedora misa exequial en honor al Papa Francisco, quien falleció este lunes . Con la participación de vecinos, fieles y autoridades locales, la ceremonia convocó a la comunidad para brindar una última oración en memoria del pontífice argentino.
Nacido en 1936 bajo el nombre de Jorge Mario Bergoglio, Francisco pasó a la historia como el primer Papa latinoamericano y jesuita. Su pontificado se caracterizó por una fuerte defensa de los sectores más vulnerables, un persistente impulso al diálogo interreligioso y una visión pastoral centrada en la justicia social. Estos pilares lo convirtieron en una figura profundamente querida tanto dentro como fuera del ámbito eclesiástico.
Presente en la ceremonia, el intendente del Partido de La Costa, Juan de Jesús, compartió palabras cargadas de dolor y reconocimiento:“La verdad que cuando escuché hoy la noticia a las cinco de la mañana, cinco y media, la verdad que la congoja todavía continúa, porque no solamente falleció un líder social, sino que un líder internacional, un líder que realmente peleaba y luchaba por la paz”, expresó.
Asimismo, De Jesús remarcó el compromiso del Papa con los más necesitados y su crítica a las desigualdades del mundo actual:
“No es una sociedad de descarte, no es una sociedad de negar, no es una sociedad que no piense en aquellas personas que sufren hambre (...), los migrantes que perdieron su vida buscando un pan”, señaló con tono firme y emocionado.
El jefe comunal también resaltó el impacto transformador que tuvo Francisco dentro de la Iglesia y en la sociedad global:
“El padre Francisco fue un padre que revolucionó la Iglesia, por eso tuvo muchas contras. Revolucionó y planteó al mundo económico que deberían abrir sus manos, abrir sus corazones y no solamente pensar en cuánto ganaban cada vez su riqueza”, lamentando que muchos de sus llamados no hayan sido escuchados.
En ese sentido, hizo hincapié en las estructuras de poder que Francisco enfrentó:“Lamentablemente no lo escucharon, como tampoco lo escucharon aquellos que fabrican armas, que producen drogas, o aquellos que no cuidan el trato de las personas. Estos son negocios muy rentables para las potencias del mundo”, agregó.
Finalmente, De Jesús evocó el anhelo incumplido del Papa de regresar a su tierra natal y reflexionó sobre la necesidad de continuar su obra desde cada lugar del mundo: “Lamentablemente no pudo venir a la Argentina, la mezquindad de los egoísmos, los posicionamientos, las especulaciones no le permitieron que esto lo pueda hacer (...). Tengamos la creencia que tengamos, pensemos que somos seres humanos y que tenemos que dejar lo mejor de nosotros para cultivar un mundo mejor”.
Concluyó con una frase que conmovió a los presentes: “Dios lo llevó a un mejor lugar de paz, y desde ahí va a seguir bregando por su Argentina y por un mundo sin tantas guerras que solo sirven para dividirnos y enriquecer a quienes quieren dominar el mundo”.
La misa exequial en San Clemente fue más que una despedida: fue un homenaje al legado de un hombre que hizo de la fe un puente hacia la justicia y la esperanza.