

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció este lunes que las elecciones legislativas provinciales se desdoblarán de las nacionales y se llevarán a cabo el 7 de septiembre, en una jugada política que marca un claro distanciamiento de la estrategia impulsada por Cristina Fernández de Kirchner, quien pretendía que los comicios bonaerenses se realizaran el mismo día que los nacionales, el 26 de octubre.
En conferencia de prensa, el mandatario sostuvo: “Tengo facultad para fijar la fecha de las elecciones provinciales, y la ejerzo como corresponde con el objetivo de garantizar un calendario electoral serio”. Acompañado por parte de su gabinete, Kicillof también adelantó que enviará un proyecto de ley para suspender las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) en territorio bonaerense.
El argumento central del gobernador para justificar la medida radica en la reciente implementación de la Boleta Única por parte del gobierno nacional, que, según explicó, complica el proceso de votación si se realizan elecciones simultáneas con sistemas diferentes.
“Hemos realizado estudios, consultas y simulaciones, y voy a decir que resulta inviable votar de esta manera. Es como realizar dos elecciones distintas un mismo día con un sistema nuevo”, explicó. De acuerdo a las simulaciones presentadas, el proceso de votación con dos urnas y dos boletas diferentes llevaría un promedio de cuatro minutos por persona, lo que generaría retrasos significativos y pondría en riesgo la posibilidad de que todos los votantes puedan ejercer su derecho durante la jornada.
“Se armarían largas colas, se generarían amontonamientos, sería un infierno”, advirtió.
La decisión representa una señal política clara en medio del reordenamiento del peronismo a nivel nacional, con Kicillof reafirmando su autonomía y capacidad de liderazgo. El gobernador busca evitar interferencias externas en el proceso electoral provincial y garantizar un desarrollo ordenado del comicio en el distrito más populoso del país.