

En la tarde del domingo, una situación preocupante tuvo lugar en la playa de Lucila del Mar cuando un grupo de personas intentó sacar del agua a una tortuga Laúd (Dermochelys coriacea), la especie de tortuga marina más grande del mundo y catalogada en peligro de extinción.
El episodio fue detectado por un guardavidas que, al notar la situación, se acercó rápidamente para intervenir. Según testigos, las personas involucradas parecían no estar al tanto del daño que podrían causar al animal. Tras explicarles la importancia de no interferir con la fauna marina y que la tortuga posiblemente solo se encontraba descansando en el oleaje, desistieron de su acción y el ejemplar pudo continuar su curso sin inconvenientes.
Las tortugas Laúd enfrentan serias amenazas debido a la pesca incidental, la contaminación de los mares y la pérdida de hábitat. Por ello, especialistas recomiendan que, en caso de avistar un ejemplar, se evite cualquier interacción directa y se informe a las autoridades ambientales para su seguimiento.
Desde la comunidad ambientalista local destacaron la importancia de concientizar a la población sobre la protección de estas especies. Asimismo, resaltaron la acción del guardavidas, cuyo rápido accionar permitió preservar la integridad del animal y contribuir a la conservación de la biodiversidad marina.