viernes 11 de octubre de 2024 - Edición Nº2137

Locales | 27 sep 2024

VERANO 2025

La temporada de verano 2025 se enfrenta a un éxodo de argentinos al exterior ante el desafío de los destinos premium

Con un dólar estable y ajustes inflacionarios, los destinos locales como Pinamar, Cariló y Costa Esmeralda ven amenazada su competitividad frente a playas del exterior. El Gobierno nacional intenta controlar el dólar y ajustar impuestos, pero las tarifas de alojamiento y transporte dificultan la preferencia por el turismo interno, afectando especialmente a los destinos más exclusivos.


La próxima temporada de verano 2025 enfrenta un panorama complicado para los destinos premium argentinos, donde el combo de un dólar estable y una inflación acumulada de hasta 130% amenaza con convertir el turismo interno en un desafío. Mientras el Gobierno nacional intenta controlar el valor del dólar y ajustar impuestos como el PAIS, los destinos turísticos de alta gama, orientados al segmento ABC1, luchan por mantener su competitividad frente a las playas de Brasil y Uruguay.

Pinamar, Cariló, Costa Esmeralda y Costa del Este, que han sido favoritos de turistas con mayor poder adquisitivo, están comenzando a sentir los efectos de la inflación, con aumentos en los alquileres vacacionales que rondan el 150%. Sin la posibilidad de ajustar precios en dólares y frente a una creciente demanda de viajes al exterior, estos destinos podrían ver una caída en la afluencia de veraneantes.

El gobierno ya confirmó la eliminación del impuesto PAIS para ciertos sectores, pero todavía está por definirse si esta medida afectará a todas las categorías, lo que podría facilitar aún más los viajes al exterior. La posibilidad de financiar los viajes con tarjeta de crédito en destinos como Brasil o Uruguay, donde los precios son más competitivos, agrega más presión a los destinos nacionales.

Por ejemplo, los costos de transporte hacia Pinamar ya son elevados: un pasaje en micro cuesta entre $52.000 y $60.000, y se espera un aumento del 10-15% para el verano. Viajar en auto, considerando un incremento del 10% en los combustibles, podría costar alrededor de $150.000. Estos costos, sumados a los altos precios de los alojamientos, complican aún más la decisión de vacacionar en el país.

En cuanto a los alojamientos, las primeras semanas de 2025 ya muestran valores altos en los destinos más exclusivos. En Pinamar, los precios de departamentos para dos personas comienzan en $80.000 diarios, mientras que los alojamientos más cercanos al mar pueden superar los $250.000 por día. En Cariló, los precios parten de $300.000 diarios en complejos más cercanos a la playa, y las casas o chalets para cuatro personas tienen un costo de al menos u$s2.000 por semana.

Costa Esmeralda, al norte de Pinamar, presenta valores similares, con unidades cercanas a la playa desde u$s200 diarios. A pesar de su encanto, este destino carece de servicios cercanos, lo que obliga a los visitantes a organizar una logística especial para sus necesidades básicas.

En contraste, Costa del Este ofrece opciones más accesibles, con precios desde u$s100 por día para casas y chalets, pero sin la infraestructura de servicios de playa definida aún, lo que podría influir en la elección de los veraneantes.

El único factor que aún juega a favor de los destinos locales es el costo de traslado, sensiblemente más bajo que el de viajar al exterior. Sin embargo, con las crecientes diferencias de precios en los alojamientos y la tentación de playas extranjeras, el turismo interno enfrenta un verdadero desafío en esta temporada de verano.

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