Este jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó los índices de pobreza e indigencia correspondientes al primer semestre del año, y los resultados son preocupantes. En la provincia de Buenos Aires, la medición se realiza sobre aglomerados poblacionales, destacando la ciudad de Mar del Plata, donde el 46,2% de la población es considerada pobre y el 12,9% indigente.

El panorama en el Gran Buenos Aires es aún más sombrío, con una tasa de pobreza del 59,7%. En Bahía Blanca, el 44,4% de los habitantes se encuentran en condiciones de pobreza, de los cuales el 13,9% son indigentes. A nivel nacional, la situación es desalentadora, ya que la pobreza alcanzó el 52,9%, afectando a 24,9 millones de personas en todo el país. Este incremento de 11,2 puntos porcentuales respecto al cierre del año pasado (41,7%) y de 12,8 puntos en comparación con el mismo período del año anterior (40,1%) representa el dato más alto desde 2003.

Los índices también reflejan un deterioro en la tasa de indigencia, con el 18,1% de la población (aproximadamente 8,5 millones de personas) incapaz de satisfacer sus necesidades alimentarias básicas. Esta cifra muestra un aumento alarmante respecto a seis meses atrás, cuando la indigencia era del 12%, y del 9,3% hace un año.

En cuanto a la niñez, el informe destaca que más de seis de cada diez niños en Argentina vive en condiciones de pobreza. En detalle, el 66,1% de los menores de 14 años residen en hogares cuyos ingresos son inferiores a la Canasta Básica Total (CBT), lo que significa que no tienen los recursos suficientes para cubrir sus necesidades esenciales. La situación es crítica, ya que el 27% de la población infantil se encuentra en situación de indigencia, lo que implica que uno de cada cuatro niños pasa hambre en el país.

La publicación de estos índices subraya la urgente necesidad de políticas efectivas para abordar esta crisis social que afecta a millones de argentinos, especialmente a los más vulnerables.