En los últimos días, hemos hablado sobre la atención en salud en los hospitales de La Costa, en particular en San Clemente del Tuyú. Durante el invierno, siendo esta una zona turística, muchas personas se desvinculan de sus obras sociales y recurren en masa a los hospitales, lo que resalta la importancia de valorar los servicios médicos disponibles.

Desde Faro Noticias, buscamos informar sobre las nuevas experiencias, servicios y posibilidades que ofrece la comunidad en cuanto a la atención médica. En esta oportunidad, dialogamos con el oftalmólogo Walter Briggiler, una de las novedades del Hospital de San Clemente del Tuyú, donde ya se han comenzado a realizar algunas cirugías.

“El servicio de oftalmología está funcionando desde hace casi un mes y medio, y la demanda por problemas oculares es alta. El servicio se encuentra activo no solo en San Clemente del Tuyú, sino también en los hospitales de Santa Teresita y Mar de Ajó”, explicó Briggiler.

El médico añadió: “Hace aproximadamente un mes empezamos a realizar cirugías menores. Aunque no son cirugías de cataratas, como muchos creen, son procedimientos importantes porque a veces corrigen alteraciones visuales graves”.

Asimismo, comentó que existe una lista de espera para cirugías que están programadas para el próximo mes, lo que refleja el buen funcionamiento y alta demanda del servicio. “Lo último que realizamos fue la campaña 'Ver Mejor', en la cual se detectaron problemas visuales en niños de primaria. Posteriormente, los niños son atendidos en el consultorio, y si necesitan anteojos, se les brindan de forma gratuita”, destacó el oftalmólogo.

Briggiler afirmó: “Creo que una buena visión en los niños es clave para un buen desarrollo intelectual en el futuro”.

AMOR, RESPETO, EMPATIA

Consultado por Faro Noticias sobre su visión general de la salud y las prestaciones de servicio en la ciudad, el oftalmólogo Walter Briggiler expresó: "Tengo una opinión un poco especial. La salud en general en esta gestión se está manejando de forma excelente. Se están reorganizando y revisando todos los servicios de los hospitales de La Costa, no solo de este, para garantizar la medicación y la atención a todos los pacientes que lo necesiten. Es un proceso que lleva tiempo, organización y el esfuerzo de hablar el mismo idioma en todos los hospitales. La población de La Costa está creciendo exponencialmente, lo que requiere un período de espera para que las mejoras se implementen. Pero, más allá de esto, estoy convencido de que todo esto funcionaría mejor si hubiera un poco más de amor y respeto. Si todos trabajáramos un poco más, y no lo digo solo por la parte médica ni institucional, sino por toda la comunidad y las ciudades en general”, aclaró.

Briggiler añadió: "Si todos colaboráramos con un poquito más de respeto y amor, sabiendo que a vos  te puede pasar lo mismo que a mí, y a mí lo mismo que a vos , creo que estas falencias se resolverían mucho más rápido. De eso no tengo dudas. Sobre otros temas, tal vez necesitaría estudiar más, pero de esto estoy seguro".

Al comentar el periodista que la situación es similar a la vida misma, Briggiler destacó: "Siempre digo que, desde el zapatero, el carnicero, el periodista, el médico, el enfermero, hasta el recepcionista, todos deberíamos tener un poco más de empatía. Esa palabra que hoy se usa tanto pero que es muy antigua. Deberíamos usarla más: la empatía, el respeto y el amor por el ser humano".

Por último, sobre el hospital en el que más trabaja, comentó: "Es un hospital que está funcionando muy bien, tanto en la atención como en la medicación. La dirección actual es excelente, y la directora está enfocada en identificar las falencias para mejorar el servicio", concluyó.

Las palabras del Dr. Briggiler nos invitan a pensar más allá de la estructura y los servicios médicos. Hablan de la importancia del respeto, el amor y la empatía como elementos esenciales para el buen funcionamiento de cualquier comunidad. La salud no es solo responsabilidad de los médicos y profesionales del área, sino de todos. Cada pequeño gesto de humanidad puede marcar la diferencia en el bienestar colectivo, y esa es una lección que trasciende las paredes del hospital y se extiende a la vida diaria.