La belleza real es la más admirable

Temerle a nuestra esencia es como decir que una oruga siente miedo al pensar en lo que puede convertirse.
Deja salir la belleza que habita en tu interior y tus alas crecerán solas para que vueles lejos de todo eso que en un principio te dejó creerte aquella mentira, de que no puedes ser libre de una vida que no es fiel a tu verdadera armonía.

Las personas generalmente se molestan cuando digo que a veces me siento como una persona vieja. Pero es porque desconocen el concepto que yo tengo de vejez. Para mí no se trata de algo triste y aburrido. Se trata de la sabiduría, de la experiencia y la capacidad que uno forja a través de los años.

Muchos siempre desprecian a los mayores. Ahora yo pregunto: ¿están conscientes de sus capacidades también? ¿Serías capaz de recrear esos bordados perfectos de tu abuela? ¿O sus comidas que parecían curar todo mal? ¿Podrías haber tenido la fuerza de trabajar hasta levantar tu propia casa como tu abuelo? Yo me lo pensaría un poco.

Ahora, lo que busco decir es que admiro a las personas mayores, que fueron el puente de nuestra existencia hoy en día. Gracias a ellos y sus luchas, ahora vivimos mejor de lo que vivían ellos. Entonces, cuando digo que me siento como una persona vieja, hablo de esto. Siento que en el futuro voy a sentarme a mirar la tarde y pensaré que mi esfuerzo y mi lucha valieron la pena, porque el innegable presente me dice que esto hoy será difícil y mañana un sueño cumplido.

Maité Pilaria Gimenez