La llegada de Semana Santa trae consigo una inusual situación este año: seis días consecutivos de feriados y días no laborables, que prometen ser una oportunidad para el turismo en los destinos de la provincia de Buenos Aires. Operadores turísticos de lugares como Mar del Plata, Cariló, Pinamar, Tandil y Villa Gesell están expectantes ante la posibilidad de recibir a un flujo considerable de visitantes ávidos de descanso y entretenimiento.

En Tandil, epicentro de las celebraciones litúrgicas de Semana Santa, la ocupación hotelera ya alcanza un 97%, lo que augura una excelente demanda tanto de turistas que buscan quedarse varios días como de aquellos que acuden a disfrutar de las actividades programadas, que van desde procesiones hasta espectáculos artísticos.

Por otro lado, en la costa atlántica, las expectativas son igualmente altas. Mar del Plata espera alcanzar una ocupación del 70% en sus plazas hoteleras, mientras que en Cariló y Pinamar la demanda de alquiler de viviendas supera en un 55% la ocupación del año pasado para estas fechas. Además, se planean eventos y actividades para todo tipo de público, desde torneos de surf hasta recitales y espectáculos teatrales.

Sin embargo, este prolongado fin de semana también plantea desafíos y riesgos para algunos destinos, especialmente aquellos que dependen en gran medida del turismo local y de la cercanía con la Ciudad de Buenos Aires. La tentación de viajar a destinos más lejanos o incluso al exterior podría hacer mella en la afluencia de visitantes.

A pesar de estos desafíos, los destinos bonaerenses se preparan para recibir a los turistas con una amplia oferta de actividades y entretenimiento, destacando la oportunidad que representa este particular enlace de feriados para el sector turístico. Con una combinación de tradición religiosa, propuestas recreativas y eventos culturales, los operadores turísticos esperan que este fin de semana largo sea un éxito tanto para los visitantes como para las economías locales.