Finalmente se ha corroborado que el submarino encontrado cerca de las costas del Puerto Quequén, en Necochea, pertenecía al régimen nazi liderado por Adolf Hitler. Equipos de investigación, utilizando tecnología subacuática avanzada, han confirmado que los restos hallados son de un submarino alemán utilizado durante la Segunda Guerra Mundial.

Las pericias indican que el submarino fue deliberadamente destruido, posiblemente para eliminar evidencia de su presencia en Argentina. Este descubrimiento contradice conclusiones anteriores que negaban la presencia de submarinos alemanes en las costas argentinas después de la guerra.

El naufragio, detectado a una profundidad de 28 metros y a poco más de 3 kilómetros de la costa, ha sido identificado como un submarino de 80 metros de largo por 10 de ancho. La investigación, liderada por la Agrupación Eslabón Perdido y financiada por la Fundación Reitich, desafió las conclusiones previas y sugirió que el submarino pudo haber sido utilizado para desembarcar jerarcas nazis en la región.

A pesar de los desafíos enfrentados durante la investigación, como las condiciones meteorológicas adversas y la obstrucción deliberada de la investigación mediante el vertido de chatarra sobre el casco del submarino, el equipo de Eslabón Perdido logró identificar elementos clave y obtener pruebas contundentes.

Este descubrimiento plantea interrogantes sobre los responsables del vertido de chatarra y sus implicaciones legales y ambientales. Expertos internacionales respaldan la identificación del submarino y abogan por continuar la investigación para obtener más información sobre su historia y su posible conexión con el régimen nazi.

Aunque este hallazgo marca un hito en la investigación de las actividades nazis en Argentina, aún quedan desafíos por enfrentar, como la identificación de más submarinos hundidos y la evaluación ambiental de la zona. Sin embargo, el equipo de Eslabón Perdido está determinado a seguir adelante, consciente del significado histórico.