domingo 13 de julio de 2025 - Edición Nº2412

Cultura | 21 sep 2023

ESCRITORES COSTEROS

Te presentamos un taller de escritura creativa online de Las Toninas y una producción colectiva de sus integrantes

El taller de escritura creativa de Las Toninas que funciona en forma virtual, es una de las tantas experiencias de escritura y expresión literaria que se desarrollan a lo largo y ancho del Partido de La Costa. El mismo funciona por la plataforma Zoom, y es coordinado por la escritora Patricia Fourquet.


Patricia Fourquet, coordinadora del taller nos cuenta: "Un privilegio poder compartir por este medio "Faro Noticias", acerca de mi taller online de Escritura Creativa. Las chicas que lo integran son: Roxana Cuadrado, Graciela Ordóñez, Monica Devesa y Agostina Gosso.                         
Cómo nació este Taller? Fue a partir de vincularme con los escritores del partido de la Costa. Y siempre estuvo en mi corazón 'dar lo que aprendí y eso hacemos', damos la esencia de nosotras a través de poemas, cuentos, relatos, y más. El método de trabajo utilizado es con disparadores, consignas que motivan a crear, a jugar con las palabras, a fluir en libertad y alegría".


En esta oportunidad publicamos una producción en grupo, la consigna fue una parte de un cuento de Patricia, y los demás integrantes fueron agregando texto para cerrar una historia. Cada párrafo siguiente del cuento, pertenece a una integrante del taller. 

 


CUENTO

Te descubrí una calurosa mañana de Enero cuando decidimos con Diego y Micaela visitar la vieja casona abandonada de la otra cuadra. Nos costó mucho saltar la pared llena de verdin y pasar a la casa. Una vez en el jardín Micaela se pone a llorar porque al caer al piso se lastimó una rodilla y le sangraba. _ No es nada _ la animé mirándola apenas. Lo que estábamos viendo era demasiado impresionante, teníamos frente a nosotros una mansión estilo inglesa rodeada de terribles plantas tipo enredaderas que subían amenazantes por las paredes de toda la casa. Micaela sorprendida olvidó su rodilla y dijo: - Pablo, dále entremos! Ésto está buenísimo!. Habrá arañas? _ No sé _ murmuró Diego, pero ésto no me gusta, _ mejor nos vamos._ Nada de eso afirmé decidido _ Micaela tiene razón, entremos. El tema era cómo. Todo estaba hermético -ventanas, puertas-, los arbustos apenas nos permitían espiar por la cerradura.


Creo que la emoción de entrar en un lugar prohibido nos atraía mucho más que jugar al rinraje... Quién o quiénes vivirían allí. Quién o quiénes habrían habitado esa majestuosa casona en otra época. Sin más preámbulo encontramos un hueco, una puerta cuya madera estaba tan gastada que moviendola un poco nos dió el paso. Al entrar quedamos boquiabiertos, el Hall de entrada tenía pisos de mármol, el comedor era enorme, allí había una mesa larga y doce sillas antiguas. Una araña de caireles caía sobre la mesa. Nos acercamos pero el polvo nos hizo toser. Micaela se aferró a Diego pues le asustan las arañas y por supuesto estaba repleto de telarañas de variados estilos. Lo que más me llamó la atención fue la escalera de caracol de mármol muy blanco que parecía llegar al infinito. Sí, esa impresión me dió, pues si bien terminaba en el primer piso me preguntaba con qué o con quién me encontraría allí arriba.. Pero era más fuerte mi curiosidad que nada me detuvo y decidí subir .


Sabia que mis amigos me escoltárian, temblorosos y expectantes , subieron detrás mío....
Con un escobillon viejo fuimos sacando las teĺarañas que se aferraban a las superficies, paredes, baranda, adornos, haciendo crujir los muebles viejos, como si no quisieran que avancemos. Mica miraba sorprendida, sus ojos verdes como el mar, no parpadeaban. Eso era adrenalina pura!!! Diego se quería ir a toda costa, pero Mica tomó fuertemente su mano para calmarlo.


En eso  escuchamos ruidos que provenían de un dormitorio. Nos miramos atónitos!!! Abrimos la puerta muy despacio, ý escuchamos ruidos extraños. Además una musiquita, como si fuera una caja músical, que se empezó a escuchar más fuerte. Los tres, nos miramos y...


Abrimos lentamente la puerta. No creíamos lo que estábamos viendo, la imagen de una niña como de diez años, vestida con ropa de época de mediados de siglo pasado aproximadamente, se encontraba sumida en su luz jugando en una habitación tan limpia y luminosa que no era como el resto de los recintos. La miramos los tres sumidos en nuestro miedo y asombro. Ella sin percatarse de nuestra presencia aun seguía en su mundo. De pronto giro sobre sus pasos, nos sonrió e inmediatamente dijo: "ya están acá, que bueno, los estaba esperando para jugar". En ese momento un golpe seco indicó que la puerta de la habitación se había cerrado.

 

NdeR: Si te interesa participar en el taller o para cualquier consulta con Patricia, su teléfono es 11 61752608

Este es un espacio gratuito de difusión y promoción de producciones literarias y escritores con arraigo en La Costa Atlántica y zona rural de la región. 

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