

Finalmente lo que pedía el gremio de UPSRA, a través del Secretario General Alberto Garcia y su Delegado Regional Jorge Fernández, que la nueva empresa concesionaria de la seguridad privada de Costa Esmeralda Seguritas, incorpore a la totalidad de los trabajadores que venían desempeñando tareas, y reconozca la antigüedad de todo el personal afectado a la seguridad privada de Costa Esmeralda, se ha logrado tras una medida de fuerza que incluyó un reclamo en la entrada del barrio privado, con concentración y quema de neumáticos a la vera del pavimento, sin afectar la entrada y salida de vehículos y vecinos residentes del lugar.
El conflicto se había planteado por el cambio de la empresa Maipú SA por Seguritas, que a partir del 10 de julio se encarga de controlar la seguridad privada de Costa Esmeralda. Lo que pretendían los empresarios es que los trabajadores renuncien y sean contratados por la nueva empresa sin continuidad laboral, empezarían de cero y perderían además de la antigüedad, todos los beneficios acumulados hasta la fecha.
En virtud de ello, se han llevado a cabo tramitaciones y protestas que incluyeron el estado de alerta y movilización del gremio y dos cortes parciales de ruta por parte de los trabajadores afectados por el cambio de empresa, ya que de implementarse lo que planteaban las patronales y los directivos del consorcio, los trabajadores perderían antigüedad, aguinaldo, y los que no las han tomado, sus vacaciones, entre otros beneficios que caducarían.
Delegado Regional Jorge Fernandez
PARITARIAS
Además de la regularización y fin del conflicto que afectaba a estos 32 trabajadores de Costa Esmeralda, Jorge Fernandez en diálogo con Faro Noticias, informó que el gremio que conduce a nivel nacional Alberto Angel García, logró la firma de paritarias para los trabajadores de la seguridad privada de todo el país, con un aumento del 66 % que se dará en forma escalonada, en los meses de julio, septiembre y noviembre.
Además cabe destacar que este acuerdo paritario, permitirá una revisión en septiembre de acuerdo al aumento del costo de vida y otros parámetros fijados por por el gremio, las patronales y el Ministerio de Trabajo de la Nación.
En círculos y esferas gremiales, se notaba satisfacción por el aumento logrado, ya que en novienbre un vigilador de la menor escala, estaría cobrando 270. 000 pesos de bolsillo, lo que sumado a todos los beneficios, presentismo, horas extras, etc, lograría sumar un salario de bolsillo considerable para contrarrestar la difícil situación económica que atraviezan las familias trabajadoras.