domingo 14 de diciembre de 2025 - Edición Nº2566

Locales | 14 dic 2025

SAN CLEMENTE DEL TUYÚ

Murió Kshamenk, la orca de Mundo Marino rescatada tras un varamiento en 1992

18:08 |Tenía 33 años y falleció  por un paro cardiorrespiratorio. El equipo del oceanario la despidió con un emotivo mensaje y destacó que vivió por encima de la expectativa de vida promedio de un macho en la naturaleza


 

Mundo Marino informó  el fallecimiento de Kshamenk, la orca macho que vivía en el oceanario de San Clemente del Tuyú desde 1992, cuando fue rescatada siendo un cachorro tras un varamiento en la Ría de Ajó. Según comunicaron desde la institución, la muerte se produjo hoy a las 7 a causa de un paro cardiorrespiratorio y todo indica que estuvo asociada a su avanzada edad.

“Con inmenso dolor queremos comunicar que en el día de hoy, rodeado de sus cuidadores y del equipo veterinario, Kshamenk nos dejó”, comienza el comunicado oficial. Allí se detalla que aún se analizan las circunstancias del fallecimiento, aunque el cuadro general no pudo revertirse pese a la atención permanente que recibió.

Kshamenk fue asistido durante más de 33 años por un equipo interdisciplinario de veterinarios y cuidadores. De acuerdo con Mundo Marino, gracias a esos cuidados “vivió por encima de la expectativa de vida promedio de una orca macho en la naturaleza”, estimada en unos 30 años.

“Es muy difícil describir el dolor que sentimos por la partida de Kshamenk. Con él se fue una parte de cada uno de nosotros”, expresó Juan Pablo Loureiro, jefe veterinario del parque. “Dedicamos nuestra vida a asegurarle el mayor bienestar las 24 horas, los siete días de la semana. Era parte de nuestra familia”, agregó.

La historia del animal se remonta a febrero de 1992, cuando vecinos alertaron sobre el varamiento de cuatro ejemplares en la zona de la Bahía de Samborombón. Al llegar, los rescatistas encontraron solo a una pequeña orca en estado crítico. Los intentos de rescate y reinserción resultaron infructuosos debido a su debilidad, por lo que, con autorización de las autoridades nacionales, fue trasladada a Mundo Marino para su recuperación.

El proceso fue largo y complejo. Además de su delicado estado de salud, los especialistas debieron atender su situación social y emocional, ya que había perdido a su grupo familiar. Las orcas viven en grupos matriarcales y dependen de ellos durante los primeros años de vida para aprender a cazar y sobrevivir, por lo que la reinserción de Kshamenk nunca fue viable.

 

Desde el oceanario explicaron que el contacto humano necesario para salvarle la vida hizo que tomara a sus cuidadores como su nuevo grupo social, lo que hubiese impedido su supervivencia en libertad. Este punto fue motivo de reiterados reclamos de organizaciones animalistas, que pedían el fin del cautiverio del ejemplar.

“Kshamenk nos enseñó mucho sobre el amor y sobre cómo podemos entendernos sin compartir el mismo lenguaje”, recordó Florencia Speciale, una de sus cuidadoras. “Era muy dulce, buscaba nuestros mimos y caricias. Lo vamos a extrañar con toda nuestra alma”.

El comunicado concluye con un mensaje de despedida y el compromiso de Mundo Marino de continuar trabajando, desde su parque educativo y fundación, por la conservación de la biodiversidad marina amenazada del país.

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