Cada fin de semana largo, el fenómeno se repite. La última edición XXL de noviembre y el reciente feriado de diciembre volvieron a mostrar una postal conocida: cientos de cuatriciclos, motos y UTV saltando entre los médanos de Pinamar, especialmente en la zona de La Frontera, ya en terrenos privados más allá del límite de la playa pública.
Con la llegada del verano 2026, las autoridades anticipan que el acceso único a ese sector será cada vez más lento, con controles simultáneos del municipio, la provincia, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y apoyo de la policía bonaerense
Primer anticipo de la temporada
Un adelanto de lo que vendrá se vivió este fin de semana, cuando inspectores de Tránsito y agentes de la ANSV instalaron un puesto de control en el ingreso a La Frontera. Allí se verificó documentación y se realizaron test de alcoholemia.
“Se secuestraron una moto, cuatriciclos, autos, y se labraron diez infracciones por alcoholemia positiva”, confirmó a LA NACIÓN el secretario de Seguridad de Pinamar, Sebastián Berardone.
Pero más allá de ese primer filtro, la inmensidad del terreno hace difícil una fiscalización total. Entre maniobras temerarias, aceleradas y descensos abruptos, la distancia entre la diversión y el peligro suele ser mínima.
Vecinos cansados del ruido y el riesgo
Quienes tienen casas o veranean en la zona norte del partido, en especial en Costa Esmeralda, advierten desde hace años que cada fin de semana largo se dispara la llegada de trailers cargados de cuatriciclos y UTV.
“Es una invasión. Hay buggies que vuelan sobre la arena a más de 100 km/h con un ruido que no deja escuchar otra cosa”, contó un vecino.
Otro visitante describió la escena con ironía: “Una ‘ciudad ecológica’ es tragicómica con motores rugiendo todo el día. Cruzar la Avenida del Libertador se volvió un acto de riesgo”.
Un operativo reforzado para la temporada 2026
El municipio sostiene que la situación se ordenará a medida que se active el operativo integral que se implementó el verano pasado con resultados positivos.
Berardone confirmó que este año se profundizará el uso de drones, herramienta que permitió identificar y sancionar maniobras peligrosas en base al artículo 193 bis del Código Penal, que prevé penas de seis meses a tres años para quienes pongan en riesgo la vida o integridad de terceros.
En esta temporada, además, se sumará la Justicia, tras una reunión con los fiscales del distrito —Juan Pablo Calderón y Sergio García— y el juez de Garantías de Villa Gesell, David Mancinelli, para unificar criterios de intervención. También participa el Juzgado de Faltas.
La experiencia del último verano fue considerada exitosa: si bien hubo accidentes, no se registraron víctimas fatales. Entre los casos más notorios se recordó el de un niño atropellado por un cuatriciclo y la fractura sufrida por el cantante L-Gante tras una caída.
Corredores seguros y requisitos vigentes
El punto más elegido por los conductores es La Olla, un sector de grandes médanos donde se hacen descensos y trepadas a alta velocidad. Todo dentro del área prohibida que divide el espacio público de la propiedad privada, donde hay cartelería que lo señala.
En la ciudad continúa vigente el esquema de corredores seguros, con bajada principal en La Frontera para acceder a la playa. En las calles de Pinamar, Valeria del Mar, Ostende y Cariló también existe un circuito sugerido para cuatriciclos y UTV, usados cada vez más como medio de movilidad urbana.
Los requisitos para circular no cambiaron:
Mientras avanza diciembre y crece el movimiento turístico, Pinamar se prepara para una nueva temporada donde la convivencia entre vehículos recreativos, peatones y veraneantes volverá a ser un desafío central.