En las imágenes —que ya son virales— se lo ve completamente relajado, empujando y acomodando la silla como si estuviera armando su propio rincón de descanso frente al mar. Los turistas, entre risas y sorpresa, no dejaban de filmarlo; él, ajeno a todo, seguía en modo vacaciones.
El inesperado visitante causó furor en redes, donde los usuarios bautizaron la escena como “el living acuático del elefante marino”. Un momento único que sumó una postal más a un verano cargado de curiosidades y episodios playeros que rápidamente se convierten en tendencia.