martes 21 de octubre de 2025 - Edición Nº2512

Locales | 20 oct 2025

POLICIAL

Crimen en Las Toninas: la autopsia reveló que Aarón González murió por un fuerte golpe en la cabeza

El informe forense confirmó que el empresario gastronómico Aarón Carlos Manuel González Rodríguez, hallado enterrado en su vivienda, murió de manera instantánea tras recibir un golpe que le fracturó el cráneo. El principal acusado es su empleado y compañero musical, Blas Maximiliano Sosa, quien habría cometido el crimen para quedarse con sus bienes.


La investigación por el crimen que conmociona a Las Toninas sumó este lunes nuevos detalles tras conocerse el resultado de la autopsia al cuerpo de Aarón Carlos Manuel González Rodríguez (46), dueño de la fábrica de pastas El Raviolito.

El informe médico determinó que González murió de manera instantánea a causa de un fuerte golpe en la cabeza, que le provocó la fractura del hueso temporal derecho con hundimiento de cráneo. Los peritos estimaron que el deceso ocurrió unos 20 días antes del hallazgo, ocurrido el miércoles 15 de octubre, cuando el cuerpo fue encontrado enterrado a 1,5 metros de profundidad en el fondo de su vivienda, a pocos metros del local comercial.

El hallazgo se produjo luego de que su amigo y empleado, Blas Maximiliano Sosa (35) —quien además integraba con la víctima el dúo musical Dandysle confesara el crimen a su pareja, lo que permitió a la justicia dar con el cuerpo.

Una hipótesis de ambición y engaños

De acuerdo con la investigación, Sosa habría matado a González para apoderarse de sus bienes. Tras el homicidio, el acusado ocupó la vivienda del empresario, vendió uno de sus autos —un Volkswagen Vento— y se hizo pasar por él, enviando mensajes falsos desde su teléfono celular en los que fingía estar de viaje por Brasil.

El fiscal Martín Prieto, titular de la UFI Nº 11 de Dolores, investiga además el posible rol de la pareja del acusado, sospechada de colaborar en la venta del vehículo y de encubrir el crimen.

Cómo se descubrió el crimen

La causa se inició el martes anterior, cuando un amigo del empresario denunció su desaparición al no tener noticias suyas desde hacía más de un mes y medio. Según su testimonio, había recibido mensajes en los que González aseguraba estar de vacaciones en Brasil, aunque una serie de maniobras sospechosas, como la venta de bienes a precios bajos y pedidos de dinero por WhatsApp, despertaron alarma.

La fiscalía comprobó luego que las comunicaciones no provenían de Brasil, sino desde Las Toninas, y que la víctima no había salido del país durante el año, según datos de Migraciones.

Durante la investigación, se detectó que Sosa había cambiado el chip del celular del empresario y utilizaba uno de sus autos, mientras que otro vehículo había sido vendido a un vecino.

El operativo y el hallazgo

Con las pruebas reunidas, el juez Diego Zapiola, del Juzgado de Garantías Nº 4 de Dolores, ordenó dos allanamientos: uno en la fábrica El Raviolito (calle 1) y otro en la vivienda de González (calle 6 al 100).

En el domicilio, los investigadores hallaron manchas de sangre en el baño y debajo de una escalera, además de señales de limpieza reciente. Durante el operativo, la pareja de Sosa declaró que su compañero, bajo los efectos de estupefacientes, le había confesado el crimen y le indicó el lugar donde lo había enterrado.

Con esa información, los Bomberos Voluntarios de Las Toninas y su perro rastreador Anika señalaron un punto en el patio trasero. Al excavar 1,5 metros de profundidad, los peritos encontraron el cuerpo sin vida del comerciante.

Sosa permanece detenido a disposición de la justicia, mientras se aguardan los próximos pasos de la investigación que busca determinar si actuó solo o con ayuda.

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