A 18 años del crimen de Mara Sofía Mateu, la Justicia bonaerense ratificó las condenas de prisión perpetua para Adrián Svich y Diego Daniel Buzzo, responsables del abuso y asesinato de la adolescente en Santa Teresita, Partido de La Costa, en 2008.

El fallo unánime de los jueces Ricardo Borinsky y Víctor Horacio Violini, de la Sala III del Tribunal de Casación Penal, rechazó la apelación presentada por Svich y la intervención de la Fundación Innocence Project Argentina, que buscaba demostrar que el condenado no estuvo presente en la escena del crimen.

Los magistrados señalaron que el ADN hallado en la camisa de Svich constituye prueba suficiente de su participación en el hecho. “Lo que se presenta como una prueba novedosa es en realidad una nueva interpretación de los elementos ya analizados en el veredicto condenatorio y en las diversas instancias recursivas”, detallaron.

La reacción del padre de Mara
Leonidas Mateu, padre de Mara, expresó emociones encontradas tras la confirmación de la condena: “Todavía estoy medio en el aire, entre la alegría y la tristeza. Por un lado, el alivio de saber que la justicia actuó; por el otro, el dolor que nunca desaparece”. También agradeció a quienes lo acompañaron durante todos estos años, incluyendo a su abogado y a los medios de comunicación: “Yo voy a ser un agradecido eterno. Gracias a todos los que no se olvidan de Mara”.

El crimen de Mara Mateu
El 23 de marzo de 2008, Mara salió de su casa para ir a un cyber y al día siguiente su cuerpo fue hallado en una zona de médanos, con signos de abuso sexual y asfixia. La autopsia reveló que la adolescente fue golpeada, violada y estrangulada con las manos y un cordón de zapatilla, y que intentó defenderse.

Svich fue condenado por “abuso sexual con acceso carnal agravado por la cantidad de intervinientes y homicidio criminis causa”, mientras que Buzzo recibió la misma pena por “robo agravado por el uso de arma cuya aptitud para el disparo no pudo acreditarse, abuso sexual con acceso carnal agravado por la cantidad de intervinientes, hurto y homicidio criminis causa”.

El fallo marca un cierre judicial definitivo para uno de los crímenes más resonantes en la región, dando tranquilidad a la familia y reafirmando la eficacia del sistema judicial en la persecución de delitos graves.