

La noche del jueves en Santa Teresita estuvo marcada por un hecho de violencia que vuelve a poner el tema de la seguridad en el centro de la escena. Cerca de las 22 horas, un hombre armado irrumpió en la estación de servicio YPF ubicada en la avenida 32 y la calle 17. Bajo amenaza con un revólver, obligó a los playeros a entregarle la recaudación del día y hasta dinero personal de uno de los trabajadores.
El episodio, que recién trascendió en las últimas horas, no terminó allí. Antes de darse a la fuga, el asaltante efectuó un disparo al aire, un gesto que no solo aseguró su escape, sino que sembró miedo en la zona. Por fortuna, no hubo heridos, aunque el impacto emocional en quienes presenciaron la escena resulta innegable.
El ladrón todavía no fue identificado. La investigación policial se concentra en las cámaras de seguridad de la estación y en los testimonios recogidos, pero el hecho desnuda una vez más la fragilidad de la vida cotidiana en las ciudades del interior bonaerense.
Mientras la causa avanza, Santa Teresita suma a su calendario un episodio que seguramente será recordado no solo por las víctimas directas, sino por toda una comunidad que reclama volver a vivir sin miedo.