

El presidente de la comisión organizadora reconoció que actualmente no disponen del equipo humano ni de los instrumentos necesarios para llevar adelante el certamen. Por esa razón, se encuentran en la búsqueda de alguna institución o persona que pueda hacerse cargo. La declaración encendió alarmas: sin concurso, la fiesta perdería el núcleo que le da sentido.
Más allá de este problema, desde la organización confirmaron que otros aspectos avanzan. El área de escenarios ya trabaja en la selección y contratación de artistas para las noches centrales, y se está convocando a instituciones de San Clemente del Tuyú y del Partido de La Costa para participar del tradicional desfile institucional. En paralelo, se abrió la inscripción de puestos gastronómicos, aunque bajo un criterio restrictivo de “en lo posible uno por rubro”, lo que dejará fuera a varios oferentes. Así mismo Miguel Manso, presidente de la comisión organizadora, informó que se ha instrumentado un bono colaboración de 3000 $ para solventar gastos organizativos.
El punto más sensible sigue siendo el concurso de pesca. No se trata de una actividad más: es el corazón de la fiesta, el símbolo que la distingue y la razón por la cual se la reconoce a nivel nacional. Sin esa competencia, lo demás —los espectáculos, el desfile, los stands— corre el riesgo de transformarse en un festejo desdibujado, alejado de la tradición que dio origen a esta celebración popular.
La comunidad observa con expectativa cómo se resolverá este escollo. El desafío es claro: asegurar la continuidad de un concurso que, más que un evento deportivo, es un homenaje a la identidad pesquera de San Clemente del Tuyú.