

Una expedición sin precedentes se desarrolla frente a las costas de Mar del Plata: a más de 3.500 metros de profundidad, científicos argentinos e internacionales están explorando el cañón submarino Mar del Plata, una zona clave para la biodiversidad marina del Atlántico sudoccidental. Lo más novedoso: el operativo puede seguirse en vivo por YouTube, permitiendo al público observar en tiempo real los descubrimientos del océano profundo.
La campaña, denominada “Talud Continental IV”, comenzó el pasado 23 de julio y se extenderá hasta el 11 de agosto. Es liderada por un consorcio de instituciones científicas nacionales con apoyo del CONICET, y cuenta con la colaboración del buque de investigación Falkor, perteneciente al Schmidt Ocean Institute, organización sin fines de lucro con base en EE. UU., que aporta el soporte logístico y financiero.
La zona de estudio se sitúa donde convergen las corrientes de Brasil y Malvinas, un punto reconocido por su riqueza biológica y su importancia como frontera ecológica. Allí se realizarán muestreos en distintas estaciones para analizar la distribución de especies y su relación con el entorno ambiental y geológico.
Este operativo da continuidad a las campañas Talud Continental I, II y III realizadas en 2012 y 2013, que permitieron describir decenas de nuevas especies y revelar una diversidad marina inesperada, incluyendo corales de aguas frías, estrellas de mar, crustáceos y peces abisales.
Ahora, con un salto tecnológico sin precedentes, la misión incorpora por primera vez en esta región el uso del vehículo operado remotamente (ROV) Subastian, capaz de obtener imágenes en alta resolución y recolectar muestras hasta los 4.500 metros de profundidad, sin alterar el ecosistema.
Entre los 30 científicos que integran el equipo se encuentra el biólogo marplatense Emiliano Ocampo, quien explicó que uno de los objetivos principales es de carácter taxonómico:
“La taxonomía se ocupa de describir las especies. Y como este lugar es muy poco explorado, nos ocupamos de recolectar muestras para encontrar especies nuevas y estudiar sus relaciones biológicas”, afirmó en declaraciones al diario La Capital.
La expectativa científica es alta. Según Ocampo, “la mitad de las cosas que encontramos son una novedad. De los dos camarones recolectados, uno es completamente desconocido. Posiblemente sea una especie que nunca nadie vio en su vida”, detalló.
Además de identificar nuevas especies, la expedición también busca estudiar la reproducción, biogeografía, contaminación por plásticos y residuos, así como obtener ADN ambiental para futuros análisis genéticos.
El último muestreo se realizó a 1.300 metros de profundidad y actualmente se trabaja en zonas de hasta 2.000 metros, con la intención de alcanzar los 4.000 metros en los próximos días. “Seguramente haya una fauna totalmente distinta y desconocida para la ciencia”, anticipó Ocampo.
Esta histórica campaña no solo abre nuevas fronteras para la ciencia argentina, sino que también acerca el conocimiento a la sociedad, en tiempo real, a través de transmisiones en vivo que permiten presenciar en primera fila la exploración del océano profundo.