

Alejandra “Locomotora” Oliveras, una de las grandes referentes del boxeo femenino argentino, falleció este lunes a los 47 años. La ex campeona mundial había sido internada de urgencia tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) y permanecía en terapia intensiva en el hospital Cullen, en la ciudad de Santa Fe.
Los estudios médicos confirmaron que la causa fue una obstrucción arterial que derivó en una isquemia cerebral, al interrumpirse el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro. Oliveras murió acompañada por sus hijos y su familia.
Nacida en Jujuy y criada en Córdoba, Oliveras fue seis veces campeona del mundo y construyó una carrera que la convirtió en una de las máximas figuras del boxeo argentino. A lo largo de su trayectoria profesional disputó 38 combates: ganó 33, perdió tres y empató dos.
Con su estilo directo y combativo, dentro y fuera del ring, “Locomotora” no dudaba en autodefinirse como la mejor: “Yo les gané a las mejores. Las quiero y las respeto a las boxeadoras argentinas, pero la mejor soy yo”, decía en una entrevista.
Su vínculo con el boxeo comenzó de manera inesperada: a los 20 años, ya con dos hijos, participó de una pelea improvisada en una plaza cordobesa. “El árbitro fue el carnicero del pueblo”, solía contar con humor. “Hubo ring, hubo guantes, hubo apuestas. Y me sentí boxeadora”.
Además de su trayectoria deportiva, Oliveras estaba comprometida con la política y se preparaba para integrar la convención constituyente de su provincia. Su muerte generó una profunda conmoción en el deporte y entre sus seguidores.