La tranquilidad de la madrugada en el centro de Mar de Ajó se vio interrumpida este lunes por un robo millonario que dejó perplejos a comerciantes y vecinos. Un local de telefonía, Celfix, ubicado sobre calle Hipólito Yrigoyen entre Libertador y Marano, fue violentamente asaltado por dos delincuentes que, con precisión y rapidez, se alzaron con un botín que supera los 10 millones de pesos.

Todo ocurrió cerca de las 3 de la mañana, cuando los asaltantes arribaron al lugar a bordo de una moto estilo enduro. Uno de ellos descendió, rompió la reja y el vidrio de la puerta con una barreta, y en cuestión de minutos ingresó al comercio. Sabía a lo que iba: fue directo al gabinete donde se encontraban los equipos de mayor valor, según relató el dueño del local al medio Opinión de La Costa.

Entre los más de 30 celulares robados, se encuentran iPhones usados y nuevos modelos Samsung aún en sus cajas. A pesar de que el local cuenta con alarma y cámaras de seguridad, el robo se concretó sin que nadie pudiera detener a los ladrones, lo que pone en evidencia una preocupante falla en los sistemas de respuesta o prevención.

Las imágenes de las cámaras muestran a uno de los sospechosos con el rostro cubierto por un pasamontañas, mientras el otro lo esperaba afuera, listo para huir. El hecho, que duró apenas unos minutos, fue ejecutado con una frialdad que evidencia planificación.

La policía de la comisaría local trabaja en la identificación de los responsables, analizando los registros fílmicos y relevando testigos. Sin embargo, el caso se suma a una serie de robos que vuelven a encender la alarma sobre la inseguridad en la zona, especialmente en momentos de menor circulación.

Para muchos comerciantes, este golpe representa no solo una pérdida económica devastadora, sino también una sensación creciente de vulnerabilidad. En tiempos donde la inversión y el trabajo diario cuesta sostenerse, el delito vuelve a atacar donde más duele.