

La muerte de Brian Cabrera, un joven de 29 años en situación de calle, volvió a poner en evidencia la grave crisis social que atraviesa Mar del Plata. Su cuerpo fue hallado sobre un colchón en una vereda del barrio Primera Junta, en un hecho que conmocionó a vecinos y organizaciones sociales.
Según confirmó el Cuerpo Médico Forense, Cabrera falleció por causas naturales: una hemorragia digestiva que derivó en un shock hipovolémico. La fiscalía descartó cualquier tipo de violencia y archivó el caso. Sin embargo, desde distintos sectores advierten que el problema de fondo sigue sin resolverse.
Con este caso, ya son cuatro las personas en situación de calle que murieron en Mar del Plata en lo que va del año: dos por causas naturales y dos asesinadas. Todas compartían una misma realidad: vivían a la intemperie, sin contención y en condiciones de extrema vulnerabilidad.
La reacción más contundente llegó desde la Iglesia Católica, a través de la Mesa del Diálogo por la Dignidad de las Periferias, un espacio vinculado a la Diócesis local.
Ana Laura Vulcano, abogada e integrante del espacio, fue clara: “Es escandaloso que siga muriendo gente en la calle. La exclusión no es una elección. Muchas veces está vinculada a la salud mental y a un abandono sistemático”.
También advirtió que el Hogar de Nazaret —uno de los pocos espacios de contención— “rebalsa de gente y ya no tiene más lugar”, y apuntó contra los tres niveles del Estado: “Hay una responsabilidad absoluta e indelegable del Estado Nacional, Provincial y Municipal. No se puede seguir mirando para otro lado”.
En el mismo sentido, cuestionó los operativos de la Patrulla Municipal, señalando que algunos procedimientos resultan violentos y generan temor entre las personas en situación de calle. “Echar no es un abordaje. El abordaje es hacerse cargo”, sostuvo.
No es la primera vez que desde la Iglesia se expresan frente a esta problemática. Tras la muerte de otro hombre en situación de calle el pasado 1 de julio, desde el Secretariado de Pastoral Social y la Mesa de Diálogo por la Dignidad de las Periferias difundieron un comunicado donde manifestaron su “dolor e indignación” ante el contexto de “frío extremo, abandono y violencia estructural”.
“Vivir en la calle no es una elección, es el resultado de múltiples exclusiones: falta de trabajo, salud mental desatendida, vínculos rotos y ausencia de políticas públicas integrales”, agregaron.
El pronunciamiento fue respaldado por el presbítero Hernán David, vicario general de la Diócesis de Mar del Plata, quien concluyó: “Cuidar a los más vulnerables no es caridad: es justicia”.