El 1º de julio no es una fecha más para quienes habitan y sienten La Costa. Es el día en que, hace 47 años, se consolidó una historia que ya venía escribiéndose desde mucho antes. Una historia de pioneros, de arena, viento y mar, de familias que llegaron buscando un lugar para soñar, y de un turismo incipiente que con el tiempo se convirtió en motor de desarrollo.

Corrían los años ‘30 cuando San Clemente del Tuyú y Mar de Ajó comenzaron a recibir visitantes. Con el correr del tiempo, esas primeras villas balnearias fueron dando lugar a otras localidades que hoy son parte fundamental del entramado afectivo, cultural y económico de nuestra región: San Bernardo, Santa Teresita, Mar del Tuyú, Las Toninas, Lucila del Mar, Costa Azul, Costa Chica, Costa del Este, Aguas Verdes, Nueva Atlantis y la más joven, Costa Esmeralda.

El 1º de julio de 1978, mediante la Ley Provincial N.º 9024, se creó oficialmente el Municipio Urbano de La Costa. En ese mismo acto, también nacían como municipios independientes Pinamar y Villa Gesell, que hasta entonces integraban el Partido de General Madariaga. Fue un reordenamiento territorial, sí, pero también el inicio de un camino propio. En 1983, con el regreso de la democracia, el distrito tomó su nombre actual: Partido de La Costa.

Los primeros años de vida institucional estuvieron marcados por la intervención de autoridades designadas por el gobierno militar. Sin embargo, con la recuperación democrática, el pueblo costero eligió por primera vez a su intendente, el Dr. Juan de Jesús, quien asumió ese mismo año y marcó el inicio de una nueva etapa con voz y voto popular.

Hoy, 47 años después, La Costa celebra su historia y abraza su porvenir. Una historia hecha de vínculos, de trabajo colectivo, de identidad en construcción. Porque La Costa no es solo un destino turístico: es un lugar de pertenencia, de esfuerzo cotidiano, de vecinos y vecinas que hacen comunidad.

Y en ese recorrido, la memoria ocupa un lugar central. Recordar de dónde venimos nos permite entender hacia dónde vamos. Cada calle, cada playa, cada plaza cuenta un pedacito de ese relato compartido, el de una comunidad que creció con el empuje del turismo pero también con la fuerza de su gente.

En este nuevo aniversario, celebramos 47 años de historia con la mirada puesta en el futuro, sin perder de vista nuestras raíces, nuestras luchas y nuestros logros. Porque La Costa sigue viva, sigue creciendo, y sobre todo, sigue soñando.