El tradicional Día del Empleado Público, que se celebra cada 27 de junio, se convirtió este año en un nuevo eje de tensión entre el gobierno nacional y las provincias. A través del Decreto de Necesidad y Urgencia 430/2025, el presidente Javier Milei eliminó el asueto para los trabajadores de la administración pública nacional, vigente desde 2013, bajo el argumento de “restaurar la cultura del trabajo” y garantizar una gestión estatal “eficiente y productiva”.

Sin embargo, la provincia de Buenos Aires anunció que mantendrá el día no laborable, en cumplimiento de la ley provincial 14.600, sancionada en 2014, que adhiere a la norma nacional derogada por el DNU. En una circular emitida este jueves, la subsecretaria de Gestión y Empleo Público bonaerense, Paula Verónica Ferraris, ratificó el asueto para todos los trabajadores y trabajadoras de la administración pública provincial.

“El día viernes 27 de junio de 2025 es asueto para los y las trabajadores/as de la Administración Pública de la Provincia de Buenos Aires, en conmemoración del ‘Día del Trabajador del Estado’”, señala la comunicación oficial. La fecha conmemora la adopción del Convenio N° 151 de la OIT, que reconoce el derecho a la negociación colectiva en el sector público.

En contraste, el DNU firmado por Milei argumenta que “no es adecuado que la administración pública nacional no preste tareas durante el día señalado, mientras el resto de la población lleva adelante su jornada laboral con normalidad”, y sostiene que la medida busca evitar costos innecesarios para el Estado. De manera llamativa, el texto del decreto también hace referencia a la “distribución equitativa de los bienes producidos”, una idea poco compatible con el enfoque general del actual gobierno, que ha promovido políticas de ajuste y desregulación económica.

En este contexto, el gobierno nacional aclaró que el 27 de junio de 2025 no será considerado como día hábil administrativo, a fin de no afectar el cómputo de plazos legales, lo que genera aún más ambigüedad respecto del alcance real de la medida.

Mientras tanto, desde la provincia de Buenos Aires se invitó nuevamente a los municipios a adherir al asueto, lo que deja en manos de cada intendencia la decisión final sobre el funcionamiento de sus administraciones locales.

La tensión entre los discursos del “mérito” y los derechos laborales suma así un nuevo capítulo, dejando en evidencia dos modelos de gestión pública claramente diferenciados: uno que recorta y elimina, y otro que, al menos en este caso, decide sostener un día de reconocimiento para quienes trabajan en el Estado.