

La jornada de paro nacional impulsada por la Confederación General del Trabajo (CGT) dejó visiones contrapuestas entre los organizadores de la medida y el Gobierno nacional encabezado por Javier Milei. Mientras que desde la central obrera destacaron el alto nivel de acatamiento en todo el país, el oficialismo intentó restarle legitimidad al considerar que la medida responde a intereses corporativos.
“El paro fue un éxito rotundo”, afirmó el cosecretario general de la CGT, Héctor Daer, durante una conferencia de prensa brindada este jueves. La protesta, que incluyó movilizaciones en distintos puntos del país, tuvo como eje el rechazo a las políticas de ajuste y la reforma laboral impulsadas por el Ejecutivo.
Desde Casa Rosada, la respuesta llegó a través del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien, acompañado por una imagen del Gabinete reunido, desestimó la medida. “Es uno de los últimos coletazos de quienes viven de la extorsión y el apriete”, señaló.
En el Partido de La Costa, el paro también tuvo un fuerte impacto. El secretario general de la CGT del Tuyú, Damián Comas, informó en una rueda de prensa que “hubo un acatamiento de más del 80% en el sector privado”, y que “más del 60% del sector público también adhirió a la medida”.
Comas remarcó que “más allá de que el gobierno intentó romper este llamado de la CGT con algunas organizaciones gremiales que obviamente trabajaron, muchos de sus trabajadores se adhirieron”, lo que demuestra, a su entender, la magnitud del descontento en distintos sectores laborales.
La jornada dejó en evidencia la creciente tensión entre el movimiento obrero y el Gobierno, en un contexto económico y social que continúa generando incertidumbre y preocupación en amplios sectores de la sociedad.