

La madrugada de este domingo se registró un nuevo acto de vandalismo en la Ruta 11, donde dos radares de velocidad instalados en la jurisdicción de General Lavalle fueron destruidos. Los dispositivos estaban ubicados cerca de los accesos a las localidades costeras de Costa del Este y San Bernardo.
Según trascendió, ninguno de los radares se encontraba en funcionamiento, ya que tras su colocación, estaban a la espera de la homologación necesaria para comenzar a operar. Sin embargo, los caños que sostenían los dispositivos fueron cortados de manera intencional, confirmando que se trató de un acto delictivo y no de un accidente.
Este hecho ocurre pocos días después de un caso similar registrado el pasado jueves, cuando un radar en funcionamiento fue destruido cerca del ingreso a Las Toninas, también en la jurisdicción de General Lavalle.
Además, los ataques a los radares de velocidad se suman a otros delitos recurrentes en las rutas de la región, como el robo de cableado eléctrico e insumos de transformadores. Las autoridades locales han iniciado una investigación para identificar a los responsables y prevenir futuros ataques.
La instalación de estos radares forma parte de un esfuerzo por mejorar la seguridad vial en la Ruta 11, una vía con un alto flujo de vehículos, especialmente durante la temporada turística. Los hechos recientes ponen en evidencia la necesidad de reforzar la vigilancia y protección de estos dispositivos.