viernes 13 de diciembre de 2024 - Edición Nº2200

Regionales | 26 nov 2024

RECONVERSION

Demuelen Cabo Blanco, el último balneario de cemento que le quedaba a las playas de Pinamar

Con la demolición de Cabo Blanco, se cierra una etapa en la historia de las playas de Pinamar. El último balneario de cemento será reemplazado por un espacio más amigable con el medio ambiente, dentro del marco del Plan de Reconversión del Frente Marítimo. Se estima que los trabajos finalizarán antes de la segunda quincena de diciembre.


El sonido de las topadoras y retroexcavadoras que quiebran la calma de las playas de Pinamar es el último vestigio de lo que alguna vez fue Cabo Blanco, el último balneario de cemento que quedaba en pie en el frente marítimo de la ciudad. Con el avance de las máquinas que derrumban las paredes de este histórico establecimiento, se está dando cierre a una etapa de la historia costera que comenzó hace casi ocho años con el proceso de reconversión de los balnearios del partido.

El balneario Cabo Blanco, ubicado en el norte de Pinamar, fue uno de los 45 balnearios originales que se vieron reducidos a escombros en una serie de trabajos que comenzaron a ejecutarse en la gestión del exintendente Martín Yeza. Mientras otros balnearios fueron demolidos y reconstruidos en formatos más pequeños y sostenibles, Cabo Blanco resistió más tiempo gracias a una prolongada batalla legal de su concesionario. Sin embargo, la lucha judicial terminó, y hoy este balneario cede su lugar a la playa pública.

"El destino de lo que fue un balneario ahora es playa pública, más espacio para que esté disponible para los vecinos y turistas", comentó Lucas Ventoso, secretario de Turismo de Pinamar, mientras avanzan las tareas de demolición. Esta transformación es parte del ambicioso Plan de Reconversión del Frente Marítimo que busca recuperar más de 110.000 metros cuadrados de espacio y devolverle a la comunidad áreas costeras que estaban ocupadas por construcciones de cemento.

Cabo Blanco, con una superficie de casi 2000 m², alberga un edificio de unos 600 m² visibles y otros 400 m² subterráneos. En su momento de funcionamiento, este espacio también almacenaba vehículos náuticos. Una vez que los escombros sean retirados, ese terreno quedará disponible para su uso público, y se incorporará al nuevo perfil de las playas pinamarenses, que priorizan el respeto por el medio ambiente.

La demolición, que se espera finalizar antes de la segunda quincena de diciembre, es solo un paso más en la reconfiguración de las playas locales. El municipio ha establecido una normativa que prohíbe la licitación de nuevas unidades fiscales para el funcionamiento de balnearios, buscando que las estructuras sean más pequeñas, sostenibles y construidas con materiales como madera, con un máximo de 350 metros cuadrados.

Este proceso de reconversión ya ha sido exitoso en otros puntos de la costa, como el balneario Pinamar Golf, el cual también se transformó en playa pública. Los trabajos en Cabo Blanco refuerzan el compromiso de Pinamar con un desarrollo costero que promueva la sustentabilidad, la accesibilidad y el disfrute del espacio público para todos.

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