El gobierno de Javier Milei anunció la eliminación de los feriados puente turísticos, estableciendo que a partir de 2025 serán días "no laborables". Según lo dispuesto por un reciente decreto, los viernes 2 de mayo, 15 de agosto y 21 de noviembre de ese año estarán sujetos a la decisión de cada empleador sobre si otorgan o no el día libre a sus trabajadores.

La medida representa un giro respecto a la política de los feriados puente, cuyo objetivo principal era fomentar la actividad turística interna. Estos fines de semana largos permitían que el sector turístico compensara la caída de la temporada baja, una práctica que ahora se encuentra en riesgo.

No es la primera vez que se plantea esta posibilidad. Durante el gobierno de Mauricio Macri también se evaluó declarar los feriados puente como "no laborables", pero la presión de las cámaras empresarias del sector logró revertir esa decisión.

El contexto actual del turismo argentino agrava la situación. En un momento crítico para el sector, marcado por una baja en las reservas y la competencia con destinos internacionales más accesibles, la eliminación de los feriados puente amenaza con profundizar la crisis. La combinación de un atraso cambiario y los elevados precios locales ha hecho que viajar al exterior, especialmente a destinos como Brasil, sea más económico que vacacionar dentro del país.

Las cámaras empresarias ya han manifestado su preocupación ante la medida, reclamando acciones como la reducción de impuestos para competir con el mercado extranjero. En tanto, el sector turístico enfrenta la incertidumbre de un verano que se perfila como difícil, con expectativas poco alentadoras para la actividad económica que genera esta industria clave