

Aclaración: El autor lamenta por anticipado si su texto pudiera despertar al lector alguna que otra irritación inicial. Apenas se propone formular sencillas preguntas y aportar escenarios y posibilidades de solución a la luz de lo que se observa en “la calle” y medios masivos de comunicación, como lo haría cualquier persona sin acceso a información privilegiada. El resultado espera sea una modesta contribución para el despertar, en aquellos dirigentes del campo popular, de una mayor consciencia y responsabilidad de su rol histórico en este tiempo de decadencia. Las críticas que se proponen se consideran constructivas y son siempre bien intencionadas, realizadas apenas desde el pequeño y gran lugar de ciudadano argentino.
Preguntas iniciales
La sociedad argentina camina hacia su desintegración acelerada y parecería que su propio orgullo, odio, miedo e ignorancia le impiden ver cómo generar mejores alternativas. Los partidos nacionales y populares históricos, léase radicalismo y peronismo ¿será que entienden o entenderán a tiempo sus errores de los últimos tiempos -década al menos-? ¿será que podrán seducir de nuevo con renovación de líderes y de transparencia -programas y métodos-? ¿o será que asistiremos a la desintegración nacional con ellos como espectadores? ¿serán tal vez cómplices del presente? ¿Apostarán acaso a un oportunismo de nuevos cargos, para la época arrasada que sobrevendrá, y que solo se encargue de la administración de la miseria? ¿estarán esperando en sus tronos a que les supliquen que vuelvan? ¿será eso lo que desean y lo que disfrutan? ¿o nada de ello y sea lo contrario? ¿cómo saberlo? ¿cuánto tiempo hay para saberlo?
Un sector importante de la sociedad pareciera que, en relación al peronismo, no los quiere, no los eligió, no los elijará, y hasta lo odia. Eso no es nuevo, pero el asunto es que últimamente hasta los propios empezaron a dudar, y el resultado ha sido la perdida de las elecciones presidenciales.
El peronismo por su parte, a fecha de hoy no ha hecho pública su autocrítica si acaso la realizó internamente, y no está a la altura de ser una opción electoral en las próximas elecciones, según muchas encuestas: mucha gente que eligió a Milei, aún prefiere su hambre a votarlos, así de grave llega la situación.
“Se está haciendo pan y circo, pero sin pan”
Si hasta hace poco, para caracterizar a los gobiernos populares, muchos hablaban del uso del antiguo “pan y circo”, ahora solo vemos “circo”. Con el actual gobierno, el país va de mal en peor, y no importa analizar mucho ahora si son errores o es deliberado, si Milei es un genio incomprendido o las fuerzas del cielo no están de su lado o están de paro. Su supuesta expertise en crecimiento con y sin dinero viene fallando. Mi opinión es que: “país que no planifica, es planificado”, y esto que nos pasa y seguirá pasando durante un tiempo lo han diseñado desde afuera con apoyo local.
“País que no planifica, es planificado”
Si esto fuera falso, y algunos lo consideren una exageración o disparate, aun así sería de provecho considerarlo cierto de aquí en más, porque es más prudente sobredimensionar un problema que subestimarlo, además explica mejor lo que sucede y no habrá mayores sorpresas en cuanto a las amenazas que pudieran sucederse.
País que no planifica es planificado
Las críticas
El Peronismo le guste o no, sea cierto o no, ha sido acusado de muchas cosas, repasemos brevemente algunas de las más “contundentes”:
-Mal administrador público;
-Demagógico (mal llamado populista);
-Corrupto;
-Ladrón;
La lista se puede expandir hacia calificaciones más graves o más leves y hacia otras varias direcciones más sutiles, por ejemplo:
-Verticalista, personalista, cerrado y sin democracia interna;
-Mal comunicador -hacia adentro y hacia afuera-;
-Usurpador de proyectos;
- Poco creativo a la hora de dar sustentabilidad a los derechos conquistados con mayor y mejor legislación;
-Incapaz de profundizar las conquistas exhibiendo y enfrentando a los grandes intereses (mega evasión en Hidrovía, pesca, etc.);
-Cómplice de los daños ambientales (la contaminación del campo, emblemática).
Breve explicación
Lamentablemente es muy posible que la anterior lista se pudiera plantear para la mayoría de los partidos políticos que han gobernado, porque si hay algo que el actual presidente explotó con gran provecho fue aplicar el concepto de “casta” a la clase política en general.
Ahora bien, sucede que como el peronismo ha tenido una mayor extensión en el tiempo, y osó hablar y hasta meterse tímidamente con algunos intereses, lógicamente la mayor proporción de esta idea recayó sobre ellos.
Por otra parte, las personas dentro de un mundo globalizado han accedido sea por internet o viajes personales a otros países, a otras culturas, a otras oportunidades, es decir: a otras realidades; saben que las cosas pueden ser mejores, que se puede ser más feliz.
Pero poseen conocidos dentro del estado, empleados, funcionarios de distinto grado que pueden encajar o corroborar algún punto en la nefasta lista anterior.
La generalización está a la orden del día: todos los peronistas son…
¿Solución?
El peronismo se debe desmarcar de las acusaciones, no con descalificaciones, ¡con acciones y medidas concretas!
No alcanza con decir: “es mentira”, “la gente lo sabe”; su palabra está en duda, perdieron las elecciones y la Patria está en peligro.
Si los acusan de ladrones, no solo deben decir “no soy ladrón”, sino proponer herramientas para que la gente pueda informarse mejor, y en cualquier caso diseñar un antídoto, por ejemplo:
-Poner en manos de uno o varios organismo más accesibles e independientes que los que existen, un listado del estado patrimonial pasado y presente de cada alto funcionario;
-Publicar presupuestos nacionales, provinciales y municipales en una aplicación que permita ser interpretada por el común de las personas. Esto lo pueden hacer de manera gradual, pero en un plan que vaya a fondo, con todas las cantidades, de ingresos y egresos, y en detalles de cantidades y precios unitarios, con botones de alertas o denuncias cuando estos superen a los del mercado y hasta con premios para quien colabore con mejorar el “compre estatal”.
Ya que los acusan de tener un estado mal administrado:
-Impulsar la carrera de empleado público, proveyéndole de dignidad, profesionalismo y jerarquía, con un régimen de ingreso por concurso público, y claridad en las condiciones y causales de permanencia y cese de actividades;
- Facilitar indicadores de medición comparativos en el tiempo y con otras jurisdicciones tanto nacionales como internacionales, que faciliten los análisis, los diagnósticos, las políticas y ayuden a mejorar la prensa (¿otra aplicación como Gapminder local?);
Ya que los acusan de personalistas: promover varios líderes, que haya una usina de ellos, uno mejor que otro, las grandes causas no deben quedar en pocas manos, es riesgoso, es negligente.
Así, se podría ir proponiendo, para cada acusación, una estrategia de defensa.
Por favor sean creativos y si no, sean humildes, y hagan una convocatoria a personas creativas. No se queden solo con sus propias ideas. Y si se les acercan y les hablan o les escriben; escuchen, respondan, contesten.
“No se debe seguir desperdiciando la inteligencia colectiva”
Y luego, para las grandes ideas, los principios y valores históricos, generen un buen programa, una línea de tiempo de recuperación y desarrollo, sean generosos, incluyan, abracen, integren, construyan unidad desde la diferencia y lancen una plataforma rica en detalles, sensible y lógica; y desde ella una usina de contenidos modernos, con humor, diversión y emoción: videos cortos, historietas, videojuegos, artivismo, a veces “el medio es el mensaje”. Se que lo están haciendo o se está haciendo de manera dispersa y espontanea, háganlo mejor, aún no alcanza. La velocidad de la mentira y la destrucción es muy superior.
“Los valores y las ideas son cosa seria, pero la participación y la comunicación también lo son”
Conclusión
No se puede elaborar una conclusión.
Como todo tema complejo, describir lo que es, lo que se sabe y lo que no, lo que debe ser y lo que es posible hacerse podría ser infinito.
Pero hay cosas claras, la pobreza e indigencia en aumento, así como la violencia y la desilusión.
En tierra rica en recursos, creatividad, buena gente, soy optimista que algo debería poder hacerse.
Los peronistas honestos deberían repudiar ser metidos en una misma bolsa, que llega desde la decepción y el odio hasta ser cómplices del actual gobierno y traidores a la Patria.
Si el peronismo se ha jactado de encarnar mejor que nadie la dignidad del trabajador y los derechos humanos, entonces debe reaccionar, ¡reaccionar ya!
“El que tiene mayor conciencia, tienen mayor responsabilidad”
Y aunque con otros problemas, tal vez más grandes, bueno sería que reaccionara también el otro histórico partido, el radicalismo, porque se necesitará más unión y fuerza que nunca para recomponer los daños en curso.
Este sería tal vez el objetivo final de estas líneas, apelar a una unidad inteligente que trascienda las personas y los movimientos.
Las instituciones están en riesgo, y por ello lo mejor es promover más institucionalidad, fortalecerlas, depurarlas, modernizarlas, jerarquizarlas. Eso se logra con más participación, organización y democracia, y como se dice, se “empieza por casa”.
Como oí una vez, los problemas de integración, se solucionan con mayor integración.
NOTA FINAL: LA IMPORANCIA DE LOS NOMBRES: PERONISMO SI, JUSTICIALISMO MEJOR.
Las palabras y nombres poseen valor y sentido propio y hasta pueden tener connotaciones metafísicas según algunos. Pero, sean pragmáticos, si un nombre no funciona o trae demasiados problemas, cámbienlo. Lo importante son las ideas, los “frutos”. Los personalismos no han sido positivos comunicacionalmente, hacia afuera han “cerrado filas” en contra, facilitando el odio; hacia adentro de los movimientos han sido confusos y generado desgaste en competencias y disputas poco felices. Como dicho, lo importante son las ideas. Tal vez podría decirse (jugando) que hasta el propio Yrigoyen fue uno de los primeros peronistas, sin saberlo. Siguiendo al mismo Perón: “primero la Patria, después el movimiento y luego los hombres”, se podría tal vez, como algunas voces del interior están promoviendo, reelegir al “justicialismo” como mejor término para los valores que el mismo peronismo encarna.
Con esta pequeña estrategia de cambio de palabras se podría parcialmente contribuir al cierre de la grieta, tal vez para con los más jóvenes que estén a tiempo de no heredar ni repetir el odio a una persona, a una palabra y a algo que seguramente mal conocen. También se estaría acercando desde ese nombre a la filosofía económica de la "justicia social" y hasta acercando o tendiendo un puente al poder judicial, poder y actor clave en esta y las próximas etapas que vendrán.
NdeR: Está nota es publicada un 24 de marzo de 2025. A buen entendedor, pocas palabras. Memoria. Verdad. Justicia