

Ostende atraviesa horas de profundo dolor tras confirmarse el fallecimiento de dos personas por suicidio en un lapso de apenas un día. La comunidad quedó impactada ante la crudeza de los hechos y la proximidad temporal entre ambos episodios.
El primer caso ocurrió el sábado en una vivienda ubicada sobre la Avenida Buenos Aires al 600, donde una mujer de 32 años fue hallada sin vida. La policía llegó tras una llamada al 911 y encontró indicios de suicidio. Personal de salud confirmó que el deceso se había producido varias horas antes. Interviene la UFID N°5, a cargo del fiscal Sergio García, quien ordenó autopsia y pericias para esclarecer los detalles.
El segundo suceso tuvo lugar el domingo, en un domicilio de la calle San Petersburgo al 1800. Allí, un joven estudiante de 17 años fue encontrado sin signos vitales en su habitación. Las primeras pericias también apuntan a un suicidio. El caso está siendo investigado por la UFID N°4, bajo la fiscalía de Juan Pablo Calderón.
Frente a estos hechos, no se puede seguir mirando hacia otro lado. La salud mental no puede seguir siendo un tema marginal. El suicidio, lejos de ser una decisión individual aislada, suele ser la consecuencia de un dolor profundo y sostenido que no encontró canales de alivio ni espacios de escucha. La soledad, la presión social, el sufrimiento emocional y la falta de acompañamiento son parte de una realidad silenciosa que, muchas veces, termina en tragedia.
Es urgente dejar de pensar que hablar de suicidio “incita” o “asusta”. Lo que realmente mata es el silencio. Y en ese silencio habitan jóvenes, adultos, vecinos, compañeros y familiares que muchas veces no encuentran el momento ni el lugar para decir "necesito ayuda".
Las escuelas, los clubes, los centros comunitarios, las familias y los medios tienen una enorme responsabilidad: abrir el diálogo, derribar prejuicios, fomentar la empatía y tender puentes para que nadie se sienta solo.
Si vos o alguien que conocés está pasando por un momento difícil, no lo dudes: pedí ayuda. En Argentina, existe la línea 0800 999 0091, gratuita y confidencial, disponible las 24 horas para brindar asistencia en salud mental.
Hablar salva vidas. Escuchar también.